Rotura del acueducto Tajo-Segura a la altura de Liétor (Albacete)
Una avería en el Tajo-Segura deja en el aire un trasvase vital de 165 hectómetros cúbicos este mes
La rotura de un tramo del acueducto Tajo-Segura a su paso por el municipio de Liétor (Albacete) ha obligado a suspender el trasvase de agua hacia el sureste español. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, estima que los trabajos de reparación se prolongarán más de un mes, lo que deja en el aire un trasvase de 165 hectómetros cúbicos previsto para septiembre.
La avería se produjo el pasado 7 de agosto en el tramo comprendido entre la salida del túnel del Talave y el embalse del mismo nombre. Técnicos de la CHT han confirmado el colapso de la solera y los taludes del canal, además de alteraciones graves en el terreno. El organismo procedió de inmediato al cierre del acueducto y al vaciado completo para poder inspeccionar los daños entre los días 11 y 12 de agosto.
El canal, que transporta el agua regulada en los embalses de Entrepeñas y Buendía, presenta una elevada vulnerabilidad por discurrir en gran parte a cielo abierto, lo que lo expone tanto a pérdidas por evaporación como a roturas en zonas de especial fragilidad geológica.
Regantes en alerta
El corte del trasvase genera inquietud entre las sesenta comunidades de regantes que dependen de este recurso en la cuenca del Segura. Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes (Scrats), hizo un llamamiento a la calma: las reservas acumuladas en embalses como el Talave, Crevillente y La Pedrera -junto con los recursos desalinizados- permiten mantener la campaña de riego actual, aunque la afección final dependerá del tiempo que dure la reparación.
El factor de alivio es que la avería llega tras varios meses de trasvases excepcionales: entre abril y junio se autorizaron 180 hectómetros cúbicos -el triple de lo habitual-, y en julio y agosto otros 120 adicionales. Estas aportaciones, unidas a un invierno y primavera de lluvias abundantes en la cabecera del Tajo, han permitido a los embalses receptores acumular reservas por encima de la media.
Contexto de sequía en Alicante
El suceso coincide con una coyuntura crítica en la provincia de Alicante. Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Segura, el sistema se encuentra en prealerta y a solo unas décimas de entrar en nivel de alerta oficial. El volumen embalsado en la cuenca apenas alcanza los 46 hectómetros cúbicos, muy cerca del umbral de «embalse muerto».
Esta fragilidad se suma al horizonte de recortes que afrontará el trasvase a partir de 2027, cuando entren en vigor los nuevos caudales ecológicos fijados en el Tajo. El recorte previsto, superior a 90 hectómetros cúbicos anuales, comprometerá la seguridad hídrica de la comarca de la Vega Baja y del conjunto de la provincia.
El Tajo-Segura, con 292 kilómetros de longitud y más de cuatro décadas en servicio, garantiza cada año unos 300 hectómetros cúbicos al sureste peninsular, de los que dos tercios se destinan a regadío. Para Alicante supone alrededor del 25 % de su suministro. La rotura de agosto pone de nuevo en evidencia la dependencia estructural de esta infraestructura y la ausencia de alternativas plenamente consolidadas, como las desaladoras o la reutilización de aguas.