Imagen tomada este miércoles en las Cortes Valencianas de Carlos Mazón recibiendo el aplauso de su partido tras su discursoCortes Valencianas / José Cuéllar

Mazón desactiva la estrategia propagandística de la izquierda con la dana y desarrolla su hoja de ruta hasta 2027

El presidente de la Generalitat Valenciana no entra en las provocaciones del PSPV-PSOE y Compromís y desglosa las líneas básicas para el segundo tramo de la legislatura

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, compareció este martes en las Cortes Valencianas en el marco del Debate de Política General de la Comunidad Valenciana, que se alargará hasta el jueves y que este año es el segundo del 'popular' en plenos de este tipo y el primero tras la dana del 29 de octubre, a un mes escaso de que se cumpla el primer aniversario de la tragedia. A lo largo de su larga intervención inicial, que llegó a las cinco horas, pronunció un discurso estructurado en cuatro grandes bloques: anuncios y propuestas, balance de gestión, detalles de las propuestas y, finalmente, lo relativo a la reconstrucción de la provincia de Valencia tras la riada.

La primera temática la dividió, a su vez, en 44 puntos, cada uno correspondiente a una iniciativa a poner en marcha tras sus respectivas aprobaciones si estas se llegasen a producir: «Van a trabajar mucho ustedes. igual para alguno es una novedad», comentó el jefe del Consell en tono jocoso dirigiéndose de forma velada a los diputados de la izquierda, es decir, del PSPV-PSOE y Compromís.

Entre las novedades dadas a conocer ante sus señorías y al conjunto de la ciudadanía destacan dos que tienen como punto en común la lengua valenciana y su defensa frente a los ataques de los independentistas catalanes, los mismos que, cabe recordarlo, contaron con total libertad de actuación en la Comunidad mientras la izquierda estuvo en el poder entre 2015 y 2023 bajo la residencia de Ximo Puig y las alianzas de este con Compromís y Unidas Podemos.

Imagen tomada este martes de Carlos Mazón durante un instante de su primera intervención en el Debate de Política General en las Cortes ValencianasCortes Valencianas / José Cuéllar

Así, Mazón confirmó que el Partido Popular llevará al Parlamento autonómico la Ley de Señas de Identidad con tal de «proteger y promocionar» las «singularidades» del pueblo valenciano, una norma que El Debate ya adelantó hace días y cuyo articulado detalla este mismo martes en exclusiva.

«Ni cómplices ni complacientes»

«Este Consell no va a renunciar a la protección, promoción y difusión de las señas de identidad del pueblo valenciano. No vamos a ser ni cómplices ni complacientes con quienes alienten, promuevan y apoyen pretensiones anexionistas. Simplemente, este Consell no. Nuestro Estatuto de Autonomía no puede verse menoscabado a través de acciones expresiones financiadas con fondos públicos que reniegan de nuestra bandera, menosprecian nuestro himno o cuestionan la mera existencia de nuestra lengua», subrayó.

Y prosiguió: «Dentro de este marco y por la propia defensa coherente del mismo, la Ley de Señas de Identidad es más que una apuesta por la protección de nuestros símbolos identitarios. Es nuestra manera de recoger el sentir mayoritario del pueblo valenciano hacia ese modelo de convivencia democrática y solidaria que amenazan quienes quieren vernos convertidos en ciudadanos de segunda».

La otra gran propuesta en materia lingüística fue el eventual cambio de nombre de la Acadàmia Valenciana de la Llengua para que sea la Acadèmia de la Lengua Valenciana (AVL) porque el valenciano «es nuestra lengua propia» y el Ejecutivo de Puig «aprobó unos criterios lingüísticos diferentes a lo que disponía la AVL». «Hemos visto hace poco como la presencia del valenciano y la defensa como nuestra lengua propia, diferenciada e inigualable se ha disuelto. El valenciano, nuestra lengua propia, no ha contado con una institución que reconozca que es diferente. Libertad, valencianía y reconstrucción frente a imposición, sumisión y olvido», expuso el mandatario para definir su hoja de ruta hasta 2027.

Protesta de una víctima de la dana

Previo a todo ello, la presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó, dio por inaugurado el nuevo periodo de sesiones en el Hemiciclo regional y tras darle la palabra a Mazón, el PSPV-PSOE no tardó ni un segundo en hacerse notar, ya que sus 31 diputados se levantaron de sus asientos y enseñaron unos folios con los nombres de las víctimas de la dana y otros la cifra 229. Antes del Pleno, unas pocas decenas de víctimas portaban pancartas a las puertas de las Cortes con lemas tales como «asesinos» o «Mazón dimisión».

No fue la única puesta en escena de la izquierda, siempre dada a la propaganda en exceso. Fue en la parte final de la primera alocución del jefe del Consell cuando la hija de un fallecido por la dana se levantó de su butaca en la tribuna de invitados y protestó cuando el 'popular' se refirió a los afectados. La performance estaba planificada, ya que de buena mañana El Debate supo que esta Rosa Álvarez, tenía previsto «montar algo», un show que fue seguido por los diputados socialistas y nacionalistas, que abandonaron sus escaños hasta la vuelta del receso, a las 17:15 horas.

Sin hacer mayor caso a la provocación de los parlamentarios, el presidente continuó exponiendo la secuencia temporal de lo que ocurrió el día de la tragedia, así como las distintas ayudas a las familias afectadas dentro de un nuevo paquete de medidas. De este modo, desactivó de plano la estrategia de la izquierda con tal de ganar minutos en los medios de comunicación con tal de no abordar situaciones complicadas para su argumentario como las declaraciones ante la jueza de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo:

«Por recuerdo de las víctimas, por la dignidad de sus familiares, por aquellos que perdieron su casa, su negocio, el vehículo que necesitaban para ir a trabajar, a estudiar o llevar a los niños a la escuela. Por el ejemplo de los voluntarios que dieron todo lo bueno y mejor de sí mismos para ayudar. Por la solidaridad de comunidades de empresas medianas, grandes y grandes que nos alargaron sus manos sin preguntar cuando todas las manos se necesitaban. Por todo eso, por todos ellos no nos vamos a resignar como no hemos hecho hasta hora y no lo hicimos durante las primeras horas de la catástrofe», aseveró.

Respecto a la lengua, retomó el tema, deteniéndose para mencionar al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien de manera implícita unió valenciano con catalán dado que el Gobierno pretende que en la Unión Europea solo tengan rango de oficialidad las lenguas cooficiales del gallego, euskera y catalán: «Señor ministro, el valenciano no es toca. Nunca vamos a ser parte del delirio secesionista y nacionalista de los 'países catalanes'», avisó.

Imagen tomada este martes de Carlos Mazón sonriente en las Cortes ValencianasCortes Valencianas / José Cuéllar

Seguidamente, contrapuso el «modelo» de la «izquierda, con señalamiento, odio y rencor» que plantea la política como «una guerra de etiquetas» para «reeducar a la sociedad» al del Gobierno que Mazón encabeza con valores como «libertad, autonomía y futuro». Así, insistió en la comparación con socialistas, nacionalistas y comunistas:

«Durante años nos dijeron lo que debíamos pensar, qué lengua hablar. Frente al resentimiento como forma de gobierno, nosotros dejamos elegir, que una familia elija la educación de sus hijos sin tutela; que un autónomo no se encuentre con la soga al cuello. Libertad es tratar a los ciudadanos como adultos y no como súbditos», señaló, subrayando que la Generalitat ahora sí es reivindicativa en asuntos como el agua o las infraestructuras: «Los valencianos saben distinguir entre pancartas y proyectos», espetó.

Más bajadas de impuestos

Una vez expuso las líneas a seguir en su acción en el Palau y denunció que en la labor de reconstrucción Pedro Sánchez ha dejado «abandonado» al pueblo valenciano, el presidente valenciano ha hecho un análisis y una defensa de su gestión hasta la fecha, prácticamente en el ecuador de su mandato. En ese sentido, puso énfasis en materias como el «cambio» en sanidad, educación, congratulándose de haber dejado atrás el modelo en el que «Compromís pastoreaba las aulas» o fiscal, entre otras.

En lo referente a lo último, Mazón presumió de haber suprimido el «impuesto a la muerte», en referencia al de Sucesiones, así como el de donaciones y haber llevado a la práctica una amplia reforma fiscal en beneficio de «las clases medias y bajas». Pero, al mismo tiempo, advirtió al PSPV-PSOE y Compromís de cara al corto y medio plazo: «Esto no ha hecho más que empezar. Prepárense para lo que viene porque vienen curvas en la reforma fiscal», les puso en conocimiento con vistas al resto de la legislatura.

Como avanzadilla, adelantó deducciones en el sector de la música. Concretamente, serán en: «La compra de instrumentos y partituras, en las tasas y cuotas de conservatorios y escuelas de música tanto públicas como privadas, en los gastos de formación y perfeccionamiento, en las cuotas de socios en asociaciones musicales o bandas de músicas y hasta en la asistencia a conciertos para las bandas que más lo necesite».