Imagen de archivo del obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla
El obispo Munilla, tras ser denunciado ante la Fiscalía: «Sólo persiguen amedrentar a la Iglesia»
«esto no tiene recorrido judicial alguno y solo persigue amedrentar a la Iglesia para que no se atreva a predicar la Buena Nueva del amor cristiano». El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha salido al paso de la apertura de diligencias de investigación preprocesal por parte de la Fiscalía de Madrid a raíz de una denuncia presentada por la organización 'Tu pueblo y el mío'.
Esta entidad considera que varias intervenciones públicas del prelado sobre las terapias de conversión sexual pueden ser constitutivas de un delito de odio.
En la denuncia, presentada por el presidente de esta asociación, Lucas López, y recibida en la Sección de Delitos de Odio y Discriminación, se señala que las palabras de Munilla «tanto en medios de comunicación como en programas de radio» podrían constituir ese ilícito, contemplado en el artículo 510 del Código Penal español, ya que, a juicio de esta agrupación, las intervenciones «exceden el amparo de la libertad de expresión o religiosa».
La denuncia ha sido remitida a la Fiscalía Provincial de Madrid, «por ser dicha ciudad donde radica la sede de la emisora en la que se efectuaron las manifestaciones denunciadas y territorialmente competente» para «valorar la transcendencia» a nivel jurídico-penal.
En un mensaje difundido este miércoles en su perfil de la red social X el obispo Munilla sostiene que, «obviamente, esto no tiene recorrido judicial alguno y sólo persigue amedrentar a la Iglesia para que no se atreva a predicar la Buena Nueva del amor cristiano, para así intentar imponer al conjunto de la sociedad» una «antropología de Estado» basada, según ha dicho, en la «teoría gender-LGTBI».
La respuesta del obispo
Además, ha hecho «cuatro breves consideraciones», en las que sostiene que «es totalmente falso» que él «haya dirigido crítica alguna a colectivos LGTBI». «Yo critiqué abiertamente la ley aprobada el año pasado en España, en la que se prohíben y penalizan las »supuestas« terapias de conversión. Ahora bien, ¿es delito criticar al Gobierno y sus leyes? ¿No deberían, entonces, denunciar también a todos los parlamentarios que votaron en contra de esa ley en el Congreso?», apunta.
También ha manifestado que subrayó «que es irónico que quienes defienden la libertad para cambiarse de sexo», con «hormonas y cirugías incluidas», «prohíban a los homosexuales solicitar libremente lo que ellos califican» como «terapia de conversión».
Según Munilla, «la Iglesia no puede por menos de predicar el Evangelio del amor y de la pureza». «No vamos a dejar de acompañar a las personas con inclinaciones homosexuales que nos pidan libremente ayuda espiritual para vivir en castidad», ha resaltado, para, al final, sentenciar: «Y, por cierto, yo no he recibido comunicación alguna de esta noticia de prensa, lo cual me hace pensar que hay más interés mediático que judicial», ha concluido.
La entidad denunciante resalta que, «con fecha 3 de mayo de 2024», durante un programa de la emisora Radio María, el obispo expresó que «se amenaza a los psicólogos que acompañen a personas con inclinaciones homosexuales [...] si el acompañamiento que les hacen tiene algún viso de ayudarles a que sus atracciones homosexuales sean reconducidas, entonces eso se entiende como terapia de conversión y eso está prohibido» y «aquí se le llama terapia de conversión a cualquier acompañamiento a una persona para intentar que sus heridas interiores sean acompañadas y pueda vivir la virtud de la castidad como todo cristiano».
La plataforma también añade en la denuncia registrada ante el Ministerio Fiscal que las «afirmaciones» de Munilla «equivalen a una defensa explícita de las llamadas terapias de conversión, prohibidas en España en múltiples normativas autonómicas». En este punto, hace referencia al artículo 14 de la Ley 8/2017, de 7 de abril, integral del reconocimiento del derecho a la identidad y a la expresión de género en la Comunitat Valenciana.
Igualmente, indica que «en declaraciones recogidas por diversos medios» el prelado «justifica públicamente estas terapias, negando que sean coercitivas y sugiriendo que su prohibición» es un «liberticidio LGTBI».
La agrupación cree que «tales manifestaciones no solo trivializan una práctica ampliamente considerada dañina por la comunidad científica», sino que «legitiman simbólicamente intervenciones que atentan contra la dignidad y la salud psicosocial de personas LGTBI» y «alimentan un discurso de estigmatización bajo cobertura religiosa».
El pasado mes de enero el obispo Munilla declaró que «lo que llaman »terapia de conversión«, en realidad, no existe», sino que esto es «un »constructo ideológico« del marxismo para impedir a la Iglesia acompañar pastoralmente a las personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad».