La ruta de senderismo perfecta a una hora de Valencia: recorrido sencillo, con zonas de picnic y una cascada

Cuando llega el otoño y bajan las temperaturas, los planes cambian: dejamos atrás la playa y el bañador y empezamos a buscar rutas de senderismo, escapadas de un día, paseos por pueblos medievales o salidas para recoger setas. Esta época es perfecta para disfrutar del interior y, en la Comunidad Valenciana, las tres provincias ofrecen numerosas alternativas para quienes quieren pasar una jornada al aire libre sin alejarse demasiado.

Una de esas rutas perfectas para adentrarse en el interior valenciano sin necesidad de un gran esfuerzo físico se encuentra en Navarrés, un pequeño municipio de la Canal del Navarrés que conserva la esencia de su pasado musulmán en el trazado de su casco antiguo. Entre sus calles estrechas, su iglesia barroca del siglo XVIII y un rico patrimonio histórico, el pueblo sirve de puerta de entrada a un paraje natural privilegiado: el Sendero de los Chorradores. Un recorrido recientemente reconocido como Sendero Azul por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), un galardón que distingue los itinerarios que ponen en valor la educación ambiental y el disfrute sostenible del paisaje.

El sendero, de apenas tres kilómetros, es uno de los más apreciados por quienes buscan un paseo sencillo rodeado de agua y vegetación. Aquí, el protagonista es el barranco del Barcal, que acompaña al caminante desde los primeros pasos. La senda desciende suavemente por una vereda moldeada por el paso constante del agua hasta alcanzar la Fuente Clara, que gotea de forma permanente y forma una pequeña cavidad tapizada de verde. Desde este punto, el camino continúa hacia un mirador natural que anticipa la cascada principal, un salto que da nombre al paraje y que mantiene su encanto incluso en los meses más secos del verano.

La ruta avanza paralela al curso del agua y lo cruza en varias ocasiones mediante pasarelas y pasos habilitados, un tramo preferido por las familias, donde es habitual ver peces y, con algo de suerte, alguna tortuga asomándose entre las piedras. Más adelante aparece el tradicional azud de Badina Migas, que antiguamente regulaba el caudal y hoy se ha convertido en un lugar de baño en los días cálidos. Pocos metros después, un desvío conduce a un salto de agua más recogido y oculto entre la vegetación, un rincón que sorprende por su caída estrecha y su atmósfera silenciosa.

El camino concluye en la Fuente de la Higuera, una surgencia de agua fría rodeada de árboles frutales cuyo aroma endulza el ambiente. Este espacio cuenta con una zona recreativa perfecta para descansar, preparar un picnic o simplemente escuchar el murmullo del agua antes de emprender el regreso al aparcamiento por el mismo itinerario. El acceso al paraje está regulado y se cobra una entrada destinada a preservar la delicada riqueza natural del entorno, un gesto necesario en un espacio donde abundan especies propias de zonas de umbría, como los almeces, los chopos o las higueras, y donde pueden avistarse martines pescadores y cangrejos de río.

Los Chorradores no solo ofrecen naturaleza en estado puro, sino que también son una excusa perfecta para continuar explorando la comarca y descubrir otros enclaves de alto valor ambiental, como la sima de Tous o la presa de Escalona. Incluso en los alrededores del propio sendero es posible encontrar vestigios históricos como el antiguo azud o acercarse al Pozo de las Quebradas, donde brotan aguas ferruginosas de propiedades singulares.

En conjunto, esta ruta combina accesibilidad, belleza y biodiversidad en un entorno protegido que enamora a quienes lo visitan. Ideal para familias, apta para todas las épocas del año y con el agua como hilo conductor en cada tramo, el Sendero de los Chorradores de Navarrés se ha consolidado como uno de los itinerarios imprescindibles del interior valenciano. Una invitación perfecta para descubrir, en pleno otoño, que la Comunidad Valenciana es mucho más que playas.