Imagen de archivo de un indigente durmiendo en un banco de Alicante

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Una mujer que pernocta en la calle renuncia a una vivienda gratuita por no disponer de Wifi

El recurso habitacional había sido ofrecido por un Ayuntamiento de la comarca alicantina del Alcoià

Una mujer de nacionalidad belga que lleva varios meses viviendo en la calle en una localidad de la comarca alicantina del Alcoià -cuyo nombre no se concreta para preservar su identidad- rechazó esta semana una vivienda municipal provisional al comprobar que el inmueble no disponía de conexión Wifi. El alojamiento había sido preparado con carácter temporal para que no pasara frío y pudiera permanecer junto a su perro mientras se organizaba su regreso a Bélgica. Sin embargo, la mujer decidió no quedarse al saber que no tenía acceso a Internet.

La historia se remonta a su separación. Tras romper la relación, su marido volvió a su país y ella quedó en España sin recursos ni red de apoyo. Desde entonces, ha pernoctado en la vía pública acompañada de su perro. La zona en la que se instala por las noches registra temperaturas que rondan los cero grados en esta época del año, lo que ha encendido las alarmas de los servicios sociales.

Dificultades por la presencia del perro

La presencia del animal ha complicado aún más la situación. La mujer rechazó que el perro fuera atendido en el albergue municipal, lo que impidió que pudiera acceder a varios recursos habituales para personas sin hogar. También declinó la posibilidad de usar las duchas del polideportivo municipal porque no quería dejar al perro bajo el cuidado de nadie, aunque fuera por un breve periodo.

Ante esta situación, el Ayuntamiento decidió habilitar de urgencia una vivienda de titularidad municipal. El objetivo era ofrecerle un espacio seguro y caliente durante un tiempo limitado, el necesario para organizar su retorno a Bélgica, país en el que sí dispondría de familiares. Según fuentes municipales, el inmueble se preparó para que la mujer pudiera convivir en él con su perro, una condición imprescindible para que aceptara cualquier tipo de ayuda.

Rechazo de la vivienda

Cuando los trabajadores municipales la acompañaron hasta la vivienda, la mujer preguntó si contaba con conexión Wifi. La respuesta fue negativa. En ese momento, optó por no aceptar el alojamiento y abandonarlo sin llegar a utilizarlo.

A pesar de este rechazo inicial, el Ayuntamiento continuó trabajando para facilitar su regreso a su país de origen. Los servicios sociales lograron localizar a su hermano en Bélgica y pusieron en marcha las gestiones necesarias para que pudiera volver. Según las mismas fuentes, la propuesta incluía apoyo administrativo y logístico para que realizara el viaje con su perro y pudiera reunirse con su familia.

No a la repatriación y cambio de postura

La mujer ha rechazado también esta ayuda. En los últimos días, ha pedido instalarse de manera permanente en la vivienda que en un primer momento rechazó por la falta de Wifi. El Ayuntamiento ha descartado esta opción, ya que el inmueble estaba destinado solo como recurso temporal y no puede asignarse como residencia estable. Las fuentes municipales consultadas por El Debate explican que deben ajustarse a los criterios de uso de los recursos públicos y que ese tipo de alojamiento no está pensado para una estancia indefinida.

Pese a la negativa, el caso sigue abierto. Los servicios municipales trabajan ahora en la búsqueda de una alternativa habitacional que la mujer acepte y que le permita dejar la calle, especialmente ante las bajas temperaturas. Fuentes del Consistorio insisten en que el objetivo sigue siendo proteger su seguridad y su salud, y recuerdan que cualquier solución requiere contar con su consentimiento.

De momento, la mujer continúa durmiendo al aire libre junto a su perro mientras los servicios sociales intentan ofrecer una salida que se ajuste tanto a sus necesidades como a los recursos disponibles.

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