Comparsa Osadía, durante el Carnaval de Torrevieja, en el que sexualizaron a menores de edad
Alicante Polémica en el Carnaval de Torrevieja por poner a unas niñas a desfilar con ligueros y pezoneras
El Ayuntamiento, gobernado por el PP, alega que ellos no saben nada «hasta que el desfile está puesto en marcha» y que tampoco se encargan de filtrar el vestuario
Los hechos ocurrieron el pasado 5 de febrero, pero la polémica ha estallado ahora, con la difusión de las imágenes en las redes sociales. En el desfile de Carnaval de la localidad alicantina de Torrevieja se pudo ver una comparsa compuesta por adultos y menores en la que varias niñas iban ataviadas con ligueros y pezoneras. Una estética erótica que ha llevado a que arrecien las críticas por sexualizarlas.
La aparición de la Comparsa Osadia incluía mujeres y niñas portando banderas LGTBI, de España y republicanas, así como carteles con mensajes o medidas políticas de los distintos partidos políticos, tales como «España se rompe» o «Ingreso mínimo vital».
Aunque lo que ha enfurecido a numerosos usuarios de las redes sociales es el disfraz empleado indistintamente por mujeres y niñas, hasta el punto de que no han sido pocas las acusaciones de promoción de la pederastia o la pedofilia dentro de una performance que se llamaba «Prometer hasta meter».
Desde el Ayuntamiento de Torrevieja, gobernado por el PP, señalan a El Debate que «la organización del carnaval» –Asociación Cultural Carnaval de Torrevieja– es quien filtra el vestuario y que de los trajes «el Ayuntamiento no sabe nada hasta una vez que el desfile está puesto en marcha».
Sobre el hecho concreto de que está comparsa sexualizara de este modo a menores de edad, desde el Consistorio evitan pronunciar su opinión a este diario y se disculpan alegando que «el Ayuntamiento simplemente es el que da la subvención y no se mete en nada».
Las polémicas en torno a esta comparsa no son nuevas. En años anteriores empelaron a menores vestidos de transformistas o mujeres con la mandorla de la Virgen y las piernas completamente al descubierto, por lo que el párroco Pedro Paýa pidió públicamente que no saliesen así a la calle.
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