Un agente de la Policía realiza un cacheo en el barrio valenciano de Orriols

Un agente de la Policía realiza un cacheo en el barrio valenciano de OrriolsEFE / Kai Försterling

Valencia  Catalá afronta la lucha contra la degradación del barrio de Orriols como «un proyecto personal»

La alcaldesa de Valencia se conjura para mejorar la empleabilidad de las personas más vulnerables del barrio, aumentar la limpieza del barrio, incrementar de la seguridad y reurbanización los parques

Okupación, tráfico de drogas, peleas a navajazos... el barrio de Orriols ha saltado a la primera plana nacional en los últimos meses y no precisamente por razones positivas. La degradación del barrio ha sacado a las calles a sus vecinos y las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad del estado se afanan por acabar con la delincuencia en uno de los barrios con mayor porcentaje de inmigrantes de Valencia.
Aunque no solo, principalmente grupos de magrebíes suelen ser los protagonistas de buena parte de los sucesos que ocurren en esta zona al norte de la ciudad del Turia. Uno de ellos, Addou, murió apuñalado a finales de octubre. Era argelino y tenía 19 años. «Ahora se están matando entre ellos, pero ya veremos qué pasa cuando nos toque a nosotros», apuntaba hace unos meses una vecina a El Debate sobre una situación que cada vez se está volviendo más insostenible.
Ante este panorama, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, quien hizo de la seguridad una de las banderas de su campaña electoral para los comicios del pasado 28-M, ha recogido el guante de los vecinos y se ha propuesto mejorar las condiciones del barrio para que no acabe convirtiéndose una suerte de no-gone zone.
«Orriols es muy importante para el Ayuntamiento y tenemos que trabajar de forma completa con la reurbanización de las calles, con proyectos urbanísticos, de mejora de la seguridad y la limpieza, pero también con una intervención social muy organizada», apuntaba este jueves durante un encuentro con la Fundación Altius, que, entre otros, lleva a cabo el programa Alça Orriols, cuyo fin es es apoyar a las personas desempleadas en situación de vulnerabilidad o exclusión social del distrito de Rascaña y del barrio de Orriols, en particular.
Según la primera edil 'popular', la mejora del barrio «se trata de un proyecto personal». «Soy muy consciente de la necesidad y de la situación que ha vivido el barrio en los últimos años y tengo la determinación de mejorar las cosas. Me gustaría que después de la legislatura se vea el cambio, que los vecinos vivan mejor, que se mejore la situación de la seguridad, los servicios municipales, la limpieza y los parques infantiles», señalaba.
La alcaldesa de Valencia, en su encuentro con la Fundación Altius

La alcaldesa de Valencia, en su encuentro con la Fundación AltiusAyuntamiento de Valencia

Altius trata de mejorar el nivel de convivencia y la cohesión social, intercultural e intergeneracional entre la población del barrio para hacer del mismo un entorno inclusivo, acogedor, cálido, amable y seguro, según el Consistorio, que colaborará con este programa, según anunciaba la regidora.

Itinerario formativo

«Vamos a colaborar con esta fundación para hacer un itinerario formativo de inserción profesional para que las personas del barrio tengan un mejor acceso al mercado laboral. En definitiva, cooperar con fundaciones y entidades, para que la administración pueda hacer una intervención social mucho más amplia en este barrio que tiene muchas necesidades», precisaba.
El programa Alça Orriols desarrollará una serie de actividades tales como la difusión del programa; acogida, solicitud y selección de participantes; sesiones de orientación individual con itinerarios personalizados de inserción; sesiones grupales; herramientas formativas grupales para la mejora de habilidades; y competencias básicas. También se realizarán talleres de búsqueda activa de empleo; atención psicosocial; apoyo emocional y psicosocial; prospección empresarial; formación para el empleo; y acompañamiento personal, según informaba en un comunicado el Ayuntamiento.
Estas medidas irían en la línea que reclamaban algunos de los vecinos más activos en las concentraciones callejeras, que pedían que las acciones sobre el barrio no se limitaran a la actuación de la Policía. A comienzos de mes se producía en sus calles una macrorredada de varias unidades de la Policía Nacional que se saldó con nueve personas detenidas, 172 identificadas, 22 vehículos controlados y 16 actas levantadas.
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