España despliega sus «aguijones» F-18 en Islandia por primera vez para vigilar el Atlántico Norte

El Ejército del Aire y del Espacio ha iniciado por primera vez el despliegue de aviones F-18 en Islandia en el marco de la misión de vigilancia aérea de la OTAN, según ha informado el Estado Mayor de la Defensa. El destacamento, denominado 'Stinga' —que significa «aguijón» en islandés—, operará desde la base de Keflavik durante aproximadamente un mes, a partir de finales de julio.

El objetivo del despliegue es reforzar el control del espacio aéreo aliado en el Atlántico Norte ante posibles incursiones de aeronaves no identificadas, como parte de la misión de la OTAN Airborne Surveillance and Interception Capabilities to meet Iceland’s Peacetime Preparedness Needs (ASIC IPPN). Esta operación se enmarca en el esfuerzo colectivo de la Alianza por garantizar la seguridad aérea en países que no disponen de fuerza aérea propia, como Islandia.

En los últimos días han llegado al país los primeros 44 militares del Ejército del Aire y del Espacio para preparar la llegada de los seis cazas F-18 que componen el núcleo del destacamento. Al mando del contingente está el teniente coronel Rafael Ichaso Franco, perteneciente al Ala 15, con base en Zaragoza. Ichaso ha subrayado que se trata de un despliegue histórico para España y ha señalado que, aunque la mayoría del personal proviene de su unidad, «esta operación es un esfuerzo conjunto del Ejército del Aire y del Espacio», donde cada miembro desempeña un papel esencial para el éxito de la misión.

La llegada de los aviones está prevista para el 22 de julio. Una vez completado el despliegue, el destacamento alcanzará un total de 122 efectivos, entre pilotos, mecánicos, personal de armamento, logística, seguridad y otras funciones de apoyo. La integración en la cadena de mando de la OTAN se formalizará el 28 de julio, fecha en la que comenzará oficialmente la misión, con una duración estimada hasta mediados de agosto.

Nuevo escenario operativo

El Ejército del Aire y del Espacio ha intensificado su preparación en los últimos meses para afrontar este nuevo escenario operativo. Aunque la naturaleza de la misión es similar a otras ya realizadas por España en los países bálticos o en Rumanía, el despliegue en Islandia implica desafíos específicos derivados de las condiciones meteorológicas y geográficas del entorno. «Hemos tenido que suplir la falta de experiencia en este escenario con muchas horas de simulador», ha explicado el teniente coronel Ichaso.

La principal tarea del destacamento será interceptar aeronaves que vuelen sin plan de vuelo, sin contacto por radio o con el transpondedor apagado, dentro o cerca del espacio aéreo islandés. El destacamento español mantendrá capacidad de respuesta inmediata las 24 horas del día, dentro del sistema de reacción rápida (QRA) de la OTAN.

Además de la vigilancia permanente, los cazas realizarán vuelos de entrenamiento para mantener las capacidades operativas de los pilotos y de las aeronaves. Estos vuelos también permitirán adaptarse mejor a las particularidades del entorno atlántico.

Islandia carece de fuerza aérea

Islandia, miembro de la OTAN desde 1949, carece de fuerza aérea nacional, por lo que la protección de su espacio aéreo recae en los aliados, que envían rotativamente destacamentos a la base de Keflavik. Esta instalación, situada en el sur del país, es estratégica para el control de las rutas aéreas entre América del Norte y Europa, lo que la convierte en un punto clave dentro del dispositivo defensivo de la OTAN.

Este despliegue marca un nuevo paso en la participación española en las misiones de seguridad colectiva de la Alianza. Hasta ahora, España ha estado presente en las misiones de Policía Aérea del flanco oriental —como en los países bálticos, Bulgaria y Rumanía—, pero nunca había operado en el espacio aéreo islandés. Con esta nueva contribución, España amplía su presencia operativa en un escenario distinto, consolidando su papel en la defensa aérea avanzada de la OTAN.