Álvaro Díaz-Mella junto a Santiago Abascal

Álvaro Díaz-Mella junto a Santiago Abascal

Elecciones en Galicia

Vox no logra escaño en Galicia, que sigue siendo la única región donde no tiene representación

  • Garriga valoró haber sido la formación que más ha crecido en votos en la región

  • «En 2028 Vox volverá a presentarse a las elecciones sin pedir ni perdón ni permiso», defendió Abascal

El partido de Santiago Abascal no consiguió su objetivo de entrar en el único parlamento autonómico donde no tenía representación de toda España. Aspiraba a aglutinar los votos suficientes para hacerse con el último escaño que se disputaba entre ellos y el nacionalismo y la izquierda en las cuatro provincias gallegas. Tenían puestas sus esperanzas especialmente en La Coruña y Pontevedra.
Los dirigentes de Vox se han volcado en la campaña para reivindicar su papel y sus ideas, que querían diferenciar de las del Partido Popular, sobre todo en cuestiones como la política lingüística, la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, la inmigración o la defensa del campo frente a la Agenda 2030. También, han querido defender su gestión en los gobiernos regionales, con una importante presencia estas semanas de sus vicepresidentes autonómicas.
Sin embargo, no pudo ser, y, como pronosticaban las encuestas, quedó sin escaño. Necesitaban obtener al menos el 5 % para entrar en la Cámara autonómica, y se quedaron en algo más del 2 %, aunque, han pasado de 26.797 votos que lograron en 2020 a 31.694. El secretario general, Ignacio Garriga, que compareció pasadas las 22:30 desde Santiago de Compostela junto al candidato, Álvaro Díaz-Mella, y los cabezas de lista, valoró este último dato, remarcando que Vox ha sido el único partido a nivel nacional que ha crecido en votos en la comunidad autónoma. «Frente a los que han intentado demonizar, estigmatizar a Vox (...), ha superado en votos a la extrema izquierda», señaló.
Garriga trasladó que los resultados son «insuficientes», pero «marcan el camino de un trabajo» que seguirán desde hoy mismo, aseguró: «Vamos a seguir trabajando con la misma determinación porque España lo merece, porque Galicia lo merece». Y manifestó que los datos de este 18-F son una «gran oportunidad» para que el PP, con mayoría absoluta, revierta «todas y cada una de las políticas de izquierdas que han promovido durante tanto tiempo», dijo, animando a los populares a «seguir la senda» de los gobiernos compartidos por PP y Vox en las regiones donde comparten Ejecutivo.

Una campaña con duras críticas al PP

Los discursos de Abascal en los mítines de esta semana han estado marcados por fuertes críticas a los populares, a los que acusó en el cierre de campaña de un «ataque brutal» y una «ofensa imperdonable», por haberles venido a pedir cuando se convocaran elecciones que no concurrieran porque los votos que cosecharan posiblemente no llegarían a traducirse en escaño y, por el contrario, podría conllevar a dar escaños al BNG.
Las declaraciones del PP que pedían aunar el voto en torno a su partido venían a ser de alguna manera a juicio de Vox como una forma de poner la venda antes de la herida y señalar un posible culpable si perdían la Xunta. «No vamos a asumir ninguna culpa de lo que no tenemos», aseguró Abascal en el cierre de campaña, donde criticó que el partido de Alberto Núñez Feijóo siguiera la misma estrategia de las generales. E ironizó: «Si el PP pierde la Xunta, no será porque han gobernado mal, no será porque no han convencido a los gallegos; será por culpa del líder de otro partido».

Abascal: «No vamos a tirar la toalla»

El líder de Vox compareció desde la sede nacional del partido, en la calle Bambú, desde donde aseguró que no tirarán la toalla: «Sabemos que la pelea es larga». Tuvo, en línea con estas semanas, duras palabras para el PP, a quien echó en cara el avance «inexorable» del nacionalismo, del BNG, entre otras cosas por sus políticas lingüísticas. Criticó lo que conlleva la ley electoral, al haber logrado Democracia Ourensana entrar con un escaño teniendo muchos menos votos que Vox, algo más de 15.000, y, aunque celebró que perdiera el separatismo y «su cómplice socialista», señaló que ha ganado «la estafa política», de la que acusa a los populares por entender que aplican políticas de izquierda.
Abascal, que señaló que aunque el partido ha crecido en votos, no es un buen resultado, afirmó que a partir de mañana trabajarán para dar a conocer sus convicciones a los gallegos y continuarán «ofreciendo una alternativa». «En 2028 Vox volverá a presentarse a las elecciones de Galicia sin pedir ni perdón ni permiso», sostuvo.
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