El ex Primer ministro Israel Ehud Olmert y el político activista Palestino Samer Abdelrazzak Sinijlawi, en el Foro La Toja
Foro La Toja
Olmert cree que la paz pasa por «dos estados» y el activista palestino Samer Abdelrazzak por «un cambio de liderazgo»
Estas dos figuras, caracterizadas por su activismo a favor de la paz en Oriente Medio, se han reunido en el Foro La Toja con la palabra como única arma para tratar de buscar soluciones
Horas después de que el grupo terrorista Hamás aceptase la liberación de los rehenes que mantiene en Gaza y su disposición para discutir en detalle la propuesta de paz propuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que contempla un alto al fuego y el establecimiento de una Gobierno provisional conformado por tecnócratas, el ex primer ministro de Israel Ehud Olmert y el político activista palestino Samer Abdelrazzak Sinijlawi se han sentado frente a frente para analizar la situación de Oriente Medio en el Foro La Toja.
Estas dos figuras, caracterizadas por su activismo a favor de la paz, se han reunido con la palabra como única arma para tratar de buscar soluciones y encontrar la fórmula de convivencia entre Israel y Palestina. Se trata de una charla única que, como bien ha apuntado su moderador Pablo García-Berdoy (representante permanente de España ante la UE y Líder de Asuntos Públicos para Europa de LLyC), lo único que busca es pensar en el futuro, dejando de lado los reproches y la carga emocional en un momento en el que apenas quedan unos días para que se cumplan dos años de la masacre del 7 de octubre.
«Fue una auténtica masacre que provocó una guerra en Gaza que era inevitable. Todo el mundo sabía que cuando se intenta alcanzar a Hamás, que están escondidos en una zona de civiles, es imposible hacerlo sin provocar muchos daños colaterales que afectarían a muchas personas y la comunidad lo aceptó», ha defendido Olmert, que ha tomado la palabra en primer lugar. Como asegura, «Hamás resultó ser el peor enemigo de su pueblo», pero admite que han cometido muchos errores porque no se pensó en el plan para el después. Se dejaron invadir por la rabia y la ira tras ser «arrasados» y «traumatizados de una forma en la que no debía haber sucedido», pero reconoce que «Israel es lo suficientemente madura para llegar a un tipo de equilibrio sin olvidar lo que ha sucedido».
Para el político activista palestino Samer Abdelrazzak, el conflicto no sería complicado si se viese desde los ojos del otro bando. Opina que después de la declaración de Hamás, se ha entrado «en una nueva fase» y el desafío para él es realizar los cambios necesarios en ambos lados para que la situación se estabilice. «Hemos sido rehenes del presidente en Palestina. Los primeros pasos para que podamos cambiar la dinámica de nuestra relación con Israel es cambiar de liderazgo. Creo que tanto los israelíes como los palestinos merecen un mejor liderazgo», ha afirmado.
La solución al conflicto de Oriente Medio
El activista tiene muy claro que «solo habrá paz si se abren las puertas a un nuevo horizonte político» y esto sanará los corazones heridos para empezar una reconciliación. «Si Europa puede hacer algo por Oriente Medio es que se celebren esas elecciones. La clave está en vencer a Hamás en estas elecciones y traer un liderazgo palestino que pueda decirle a los israelíes que hay un cambio», reitera Samer Abdelrazzak mientras asegura que no hay más opción que la paz.
En este sentido, para el ex primer ministro de Israel, la «solución al conflicto pasa por dos Estados». Es un firme creyente de que se puede, como ya lo hicieron Alemania y Francia en su momento. «El no creer es renunciar a la fuerza motriz más importante para el ser humano y me niego a rendirme a esta tentación», dice firmemente porque debe creer y porque se obliga a soñar: «Los sueños nos permiten volar por encima de las dificultades. Si tenemos los sueños y tenemos el deseo, tenemos que poder dedicarnos a luchar para conseguirlo». Ha terminado su intervención asegurando que la paz está más cerca que nunca, aunque para ello «hay que estar preparados para renunciar a algo porque hay una causa más noble superior».