Imagen de la fachada del Pazo de Raxoi
¿Qué está pasando en Santiago? Una moción de censura sobre la mesa, un renuncio de última hora y falta de seriedad
La capital gallega vive días convulsos a nivel político después del ofrecimiento de los no adscritos de quitarle el bastón de mando a Goretti Sanmartín
Santiago de Compostela se ha convertido en protagonista esta semana. No acapara titulares precisamente por el buen hacer de la nacionalista Goretti Sanmartín al frente de la Alcaldía de la capital gallega, sino por sus contrincantes políticos. Los cuatro concejales expulsados del PSOE, ahora no adscritos, amagaron este miércoles con quitarle el bastón de mando al poner sobre la mesa una posible moción de censura.
«Solo apoyarían una moción de censura en la que Mercedes Rosón (una de las expulsadas) fuese candidata», se podía leer en el comunicado que enviaron a la vez que aclararon que se negaban a hacer alcalde a un candidato del Partido Popular. La formación que comanda Feijóo no tardó en hacer pública su disposición de negociar los términos, incluso con Rosón al frente, ofreciendo los once ediles con los que cuentan y que darían la victoria frente al BNG y Compostela Aberta.
Tanto el presidente provincial del PP y consejero de Presidencia, Diego Calvo, como el propio portavoz municipal, Borja Verea, afirmaron que su «única preocupación» es la capital gallega y no «el sillón» de la Alcaldía. Con la condición de que se cumpliesen una serie de cosas, como el derribo de la Casa da Juventud; la eliminación de los asesores y cargos creados por el BNG y Compostela Aberta (CA), además de destinar esos fondos a programación cultural, el PP aceptó convertirse en aliado.
El giro de guion
En un giro de guion, a las pocas horas, la protagonista del día, Rosón se echó atrás y descartó la posibilidad de gobernar con el PP en el Ayuntamiento de la capital de Galicia. «Jamás, jamás, jamás», escribió en su cuenta de X.
Mercedes Rosón
Le siguió otro de los ediles no adscritos, Gonzalo Muíños, para subrayar lo dicho por su compañera y dejar claro que ellos «nunca» quisieron entrar en este debate y que tampoco lo harán ahora. «¿Quiero que Mercedes Rosón sea la alcaldesa de Santiago? Sí. ¿Que creo que a nuestro Ayuntamiento le iría mucho mejor si así fuese? También», sostuvo el edil. «El resultado electoral dio un Gobierno de izquierdas y progresista. No hay debate: solo hay ruido interesado», afirmó para asegurar que ellos «tienen palabra» y otros «palabrería», zanjó, dejando perplejos a todos con el viraje.
«¿Estaban mintiendo?»
Mucho más para los populares, que aseguraron no entender nada. Verea les reprochaba este viernes su falta de seriedad al proponer algo y luego retractarse. «Por qué hacen una oferta de esa trascendencia política en la ciudad y después se retractan. ¿No era cierta, estaban mintiendo, estaban jugando con los ciudadanos?», se preguntaba.
Borja Verea
No ven ninguna lógica a proponer «delante de toda la ciudadanía una moción de censura» y «hacer una propuesta de esa trascendencia política» para después retirarse «sin ningún tipo de explicación». En la misma sintonía, el PSOE también cargó contra los que en su momento formaron parte de su partido. El portavoz del grupo municipal socialista de Santiago, Gumersindo Guinarte, calificó el asunto de «esperpento político» y de «ridículo».
Lo que hicieron los no adscritos «es simplemente hacer el ridículo y hacerle el juego al PP». «El autoproclamado portavoz de los no adscritos dice que apoyarían una moción de censura con Mercedes Rosón como candidata. Al cabo de poco tiempo, el Partido Popular, que por supuesto se apunta a un bombardeo y que era el único interpelado posible en ese ofrecimiento, pues dice que sí, que apoyarían la moción de censura», criticó.
Falta de seriedad
En su opinión, su comportamiento solo responde a dos posibilidades: «O que cuando el señor Muíños hizo esa propuesta no contó con la anuencia de Rosón», o era «para conseguir un titular en algún diario durante unas horas con una propuesta disparatada».
El portavoz del PSOE local de Santiago, Gumersindo Guinarte
Con todo, el grupo socialista ha subrayado que este episodio evidencia una «preocupante falta de seriedad, de respeto a los ciudadanos y de sentido común por parte de determinados representantes municipales», y llama a «recuperar el rigor y la responsabilidad» que merece Santiago de Compostela.
Sea lo que sea, lo cierto es que pretendían, como mínimo, poner nerviosos a los integrantes del BNG, cuyos desmanes de Goretti Sanmartín han propiciado que ninguna fuerza política esté medianamente contenta con su Gobierno.