Así es la ruta de las cascadas de Quiroga: cinco 'fervenzas' que invitan a descubrir la Galicia más auténtica

En Galicia, las cascadas, o fervenzas, como se las conoce en gallego son una de las expresiones más puras del paisaje atlántico. La abundancia de ríos, la orografía y el clima húmedo han dado lugar a una geografía salpicada de saltos de agua que sorprenden por su belleza.

Desde las Rías Bajas hasta la montaña lucense, Galicia es tierra de fervenzas, y en la provincia de Lugo está una de las rutas más impresionantes para descubrirlas todas: la ruta de las cascadas de Quiroga, un recorrido que une cinco saltos de agua en un entorno de montaña.

Ubicado en el sureste de la provincia de Lugo, el municipio de Quiroga se asienta a los pies de las Montañas del Courel, dentro del geoparque reconocido por la UNESCO. Desde la ciudad de Lugo la distancia es de unos 83 kilómetros por carretera, y cada kilómetro acerca un poco más a un paisaje que mezcla bosques autóctonos, valles fluviales y caídas de agua de gran belleza.

Cinco cascadas que marcan el recorrido

La ruta de las cascadas de Quiroga, también conocida como la ‘ruta de las fervenzas’, incluye cinco saltos de agua principales, todos ellos vinculados a los ríos Quiroga y Selmo. Son las fervenzas de O Pombar, A Pedriña, As Gurbias, O Fócaro y Vieiros, cada una con su propio encanto, dificultad de acceso y características naturales.

La cascada de O Pombar, situada cerca de la aldea de La Cruz de Outeiro, es una de las más accesibles. El río Quiroga salva aquí un desnivel de unos doce metros, dejando caer el agua en una amplia poza de aguas claras, ideal para una parada tranquila. Muy próxima se encuentra la fervenza de A Pedriña, también en el curso del río Quiroga y en el tramo de carretera que une Vilarbacú con La Cruz de Outeiro. De tipo ‘cola de caballo’, su caída alcanza unos quince metros y forma una poza profunda rodeada de vegetación.

Ya en la aldea de A Seara, uno de los enclaves más pintorescos del Courel, se encuentra la cascada de As Gurbias, donde el río Selmo se precipita en varios escalones formando una especie de escalera natural. En cada nivel el agua se acumula en pequeñas pozas de aguas frías y cristalinas.

La fervenza de O Fócaro, también cerca de A Seara y a escasos 200 metros del camino hacia la laguna de A Lucenza, es otro de los puntos imprescindibles del recorrido. En un entorno más estrecho y rocoso, el agua se desploma más de 25 metros por una garganta que en época de estiaje puede presentar menor caudal, pero que en invierno muestra toda su fuerza.

El recorrido culmina con la cascada de Vieiros, la más emblemática y fotografiada del conjunto. El río Selmo se precipita aquí desde unos 34 metros de altura, en uno de los parajes más reconocidos del geoparque. Desde el pequeño pueblo de Vieiros parte un sendero señalizado que permite contemplar el salto desde la parte superior, aunque conviene extremar la precaución debido a la pendiente. Además de su espectacularidad, este enclave es también un punto de referencia para los amantes del barranquismo y del senderismo de montaña.

Aunque no forma parte todavía del itinerario oficial, la cascada del Pozo do Batán, en el río Ferreiriño, es otra visita muy recomendada. En ella también es posible bañarse y disfrutar de un entorno menos concurrido. Está previsto que se incorpore próximamente a la ruta, aunque se encuentra algo más apartada del resto de fervenzas principales.

Todas las cascadas del itinerario pueden visitarse fácilmente lo que convierte a Quiroga en un destino ideal tanto para excursionistas experimentados como para quienes buscan un paseo tranquilo entre bosques, agua y piedra.