Varias zonas de Galicia sin agua potable: las cenizas de los incendios envenenan los ríos
Las lluvias arrastran los restos de las 119.000 hectáreas quemadas este verano en la comunidad autónoma, principalmente en Orense
A pesar de los considerables esfuerzos realizados por la Xunta de Galicia y de los numerosos voluntarios durante los últimos meses para evitar que las lluvias arrastraran el terreno calcinado y contaminaran ríos y acuíferos, la situación no se pudo evitar. Varias comarcas de la comunidad autónoma, principalmente en Orense, se encuentran actualmente sin acceso a agua potable.
Las cenizas arrastradas por las precipitaciones ya colapsan el sistema de abastecimiento, contaminan las aguas de los ríos y provocan que no se puedan consumir. La comarca gallega de Valdeorras (Orense) es la más afectada por ‘el chapapote del monte’.
En Vilamartín de Valdeorras, las cenizas han afectado a Arcos, San Miguel, Valdegodos y al propio casco urbano. Han tenido que restringir el uso del agua.
«Mientras no pare de llover no podemos limpiar las captaciones», advierten desde el Gobierno local de A Rúa, donde se han visto obligados a cerrar la entrada de agua al depósito principal para evitar que el barro y los residuos saturen el sistema. Han puesto a disposición de los vecinos botellas de agua en varios puntos. En Somoza tuvieron la suerte de llenar el depósito antes de que la cosa empeorase, pero aún así temen quedarse sin agua.
Todos ellos reclaman un plan de acción que la Xunta recuerda que ya está hecho y que más de 400 voluntarios participan en labores de esparcimiento de paja para evitar la erosión.
