La alcaldesa de Coruña estalla y tacha de «tarados» y «cobardes» a sus detractores en redes sociales

Cuando se es una figura pública, la persona se expone al escrutinio constante. Es habitual ser admirado o criticado con dureza, sobre todo cuando la visibilidad es muy alta. Es el caso de los políticos, cuyas decisiones están bajo el foco mediático permanente porque lo que hacen afecta a la vida de las personas. Va con el cargo, pero Inés Rey no parece asumir las críticas cuando encima sus detractores llevan toda la razón al quejarse de un mercadillo de Navidad que parece sacado de un cutre Todo a cien, indigno para una ciudad como La Coruña.

La alcaldesa prometió un mercadillo de estilo centroeuropeo a la altura de otros grandes como el de Viena, pero la realidad es que los coruñeses se han encontrado con unas casetas sin terminar y que se empezaron a montar el mismo día de la inauguración, falta de iluminación, materiales tirados por el suelo y cableado suelto por todo el supuesto poblado navideño.

Aluvión de críticas por el mercadillo de Navidad

Ante el aluvión de críticas que ha recibido, y que se ha excusado diciendo que no han tenido el debido tiempo por las malas condiciones climáticas y la presencia de Bebeto en la plaza de María Pita para dar el pistoletazo de salida a las luces del alumbrado, Inés Rey no ha dudado en arremeter contra sus detractores.

Una figura que ostenta el cargo de alcaldesa de La Coruña, y que gobierna para todos, debería no solo aceptar las críticas, (mucho más si tienen sentido), y no bajarse al barro para criticar a los ciudadanos para los que trabaja. Pero no ha sido así y ha tachado a estos retractores en redes sociales de «tarados» y «cobardes».

«No gobierno para las redes sociales, que según qué perfiles son un estercolero y una barra de bar a las cinco de la mañana, con los tres que quedan ahí apoyados», ha dicho en el programa Cita en María Pita a la vez que añade: «Representan un mayor porcentaje de opinión que los tarados de las redes sociales».

No se quedó ahí la cosa: «Hay gente normal con sus nombres y apellidos, pero tenemos esa banda de cobardes acomplejados que deciden utilizar las redes sociales para difamar, insultar y generar mal ambiente».

Kebab y ollas en liquidación

A las casetas sin terminar, la falta de iluminación, los materiales tirados por el suelo y el cableado suelto se le suma la oferta comercial. En lugar de juguetes y productos típicos navideños, los visitantes se encuentran con casetas que venden ollas y sartenes en liquidación, un puesto con un cerdo entero a la vista y, por si fuera poco, una caseta de kebab. Todo muy normal.