Dulce típico de Galicia que antiguamente era un alimento energético para los monjes

Dulce típico de Galicia que antiguamente era un alimento energético para los monjesAyuntamiento de Melide

Este es el alimento energético que comían los monjes gallegos durante las jornadas de peregrinación

Huevos, azúcar, harina, aceite y limón esto son los sencillos ingredientes con los que se elabora

La gastronomía gallega tiene profundas raíces históricas y ha conservado muchas recetas tradicionales a lo largo de los siglos. La fama gastronómica de Galicia es reconocida tanto a nivel nacional como internacional por la calidad y variedad de sus productos del mar y de la tierra. Algunos de estos platos se han convertido en emblemas de la comunidad gallega como el pulpo á feira, lacón con grelos o la empanada gallega. Pero Galicia también es dulce, gastronómicamente hablando. La tarta de Santiago, la bica o las filloas son algunos de los ejemplos.

Detrás estos postres se encuentra un legado que ha sido transmitido de una generación a otra, convirtiéndose en uno de los tesoros más preciados de la gastronomía de la zona. Antiguamente, se sacaban a la mesa en las mejores ocasiones como postre de celebración.

Consumir alimentos energéticos no es una moda actual. Antiguamente se consumían este tipo de comida, aunque seguramente distaba mucho de la noción moderna de lo que constituye un «alimento energético». Las dietas estaban compuestas principalmente por alimentos que proporcionaban energía en forma de carbohidratos, grasas y proteínas para poder satisfacer las necesidades nutricionales del cuerpo. Antes y ahora, una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos ricos en energía es esencial para una buena salud y bienestar general.

Un plus de energía

Huevos, azúcar, harina, aceite y limón esto son los sencillos ingredientes con los que se elabora uno de los dulces más famosos de Galicia. Tanto es así que en 2013, la fiesta que los homenajea fue declarada de interés turístico de Galicia, aumentando así, su prestigio y reconocimiento tanto en la propia región gallega, como en otras partes de España y del mundo.

Los melindres son una «especie de rosquillas», que se caracterizan por su textura suave y delicado sabor, lo que los convierten en el acompañamiento perfecto para el café o el té.

El origen de los melindres se remonta a la época medieval, cuando los monjes de la zona elaboraban estos dulces como un alimento energético y fácil de transportar durante sus jornadas de peregrinación. A lo largo del tiempo, la receta de los melindres se ha ido transmitiendo de generación en generación, y se ha convertido en una tradición gastronómica importante en la comarca. Estos famosos dulces se elaboran en Melide (La Coruña) en donde se celebra la fiesta que le rinde tributo y que cada año atrae a miles de visitantes a esta localidad gallega.

La elaboración de los melindres es un proceso cuidadoso que requiere mucha habilidad y paciencia. La masa se amasa a mano, es decir, de manera artesanal y se corta en pequeños trozos, que luego se moldean y se cuecen en el horno hasta que estén dorados, crujientes por fuera y suaves por dentro.

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