Un mirador muy particular en la provincia de La Coruña

Un mirador muy particular en la provincia de La CoruñaTurismo de Galicia

El mirador de Galicia custodiado por una 'rana' con las mejores vistas al Atlántico

Desde lo alto, se puede disfrutar de una panorámica del Parque Natural de Corrubedo, su cabo, la bocana de la ría de Arosa y, en días claros, las islas de Ons, Cíes, Sálvora e incluso el pequeño islote de Os Fornos

Los miradores se han convertido en uno de los grandes aliados del turismo gallego. A lo largo y ancho de la comunidad, estos balcones naturales permiten descubrir una Galicia con una visión desde las alturas como es el caso de enclaves como el mirador del Ézaro, la Curota o el Monte del Gozo.

Al calor de esta tendencia, muchos ayuntamientos han apostado por la rehabilitación y promoción de estos espacios creando miradores modernos como el célebre Banco de A Loiba o columpios que se ha convertido en un verdadero reclamo para inmortalizar en las redes sociales como los que hay en Redondela. Entre todos ellos, hay uno que destaca por el peculiar guardián de piedra que le da su nombre.

Así es este curioso mirador

En la comarca del Barbanza se esconde uno de los miradores más curiosos de Galicia: A Pedra da Rá (La piedra de la Rana, en castellano). Está situado sobre una roca con forma de rana el monte Castro, en Ribeira (La Coruña) y ofrece unas vistas panorámicas de toda la zona.

El nombre del mirador proviene de una imponente roca con forma de rana que corona la cima y que, desde hace décadas, se ha convertido en su seña de identidad. Desde lo alto, se puede disfrutar de una panorámica privilegiada del Parque Natural de Corrubedo, su cabo, la bocana de la ría de Arosa y, en días claros, las islas de Ons, Cíes, Sálvora e incluso el pequeño islote de Os Fornos.

El mirador comenzó a perfilarse como tal en los años 80, cuando se instaló una escalinata de hormigón que permitía ascender hasta lo alto de la roca, coronada por su característica forma de rana.

La estructura culminaba en una plataforma con vistas al Atlántico, convirtiéndose en un rincón especial, conocido y frecuentado por vecinos y algunos viajeros curiosos. Sin embargo, con el paso del tiempo, el cemento se fue degradando y en 2016 fue sometido a un proceso transformador.

Una mirada hacia el Atlántico

Fue entonces cuando se impulsó un proyecto de rehabilitación con un enfoque respetuoso con el entorno. Se retiró por completo la antigua estructura con el fin de integrar el mirador en el paisaje de forma más orgánica: el hormigón fue sustituido por granito silvestre y se replantó el monte con especies autóctonas.

Con la incorporación de bancos, nuevas escaleras, barandillas metálicas y la revalorización del entorno natural, ha devuelto a A Pedra da Rá su verdadero protagonismo.

La imponente roca, previamente opacada por la intervención del cemento, ha vuelto a ocupar su lugar como figura central. Hoy, este espacio rehabilitado es uno de los principales miradores naturales de las Rías Bajas.

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