Carnavales de los años 60 recuperados por la Filmoteca de Andalucía

Carnavales de los años 60 recuperados por la Filmoteca de AndalucíaLa Voz

Salvar el cine doméstico es preservar la memoria

Córdoba ha acogido un seminario internacional sobre concienciación y preservación del cine aficionado

Los más veteranos recordarán la imagen de abuelos o padres, cámara tomavistas en ristre, inmortalizando viajes, celebraciones familiares o fiestas populares que, posteriormente, eran proyectadas en el salón de la vivienda sobre una sábana, como si fuera un cine de los de verdad, ya que el gotelé de las paredes deformaba las imágenes y la experiencia no era tan mágica como lo esperado. Para las nuevas generaciones, grabar imágenes con un teléfono es el abc de sus vidas con tan solo apretar un botón, pero hace 6, 7 décadas, incluso antes, era todo un proceso que iba desde la compra de la película, a filmar y entregar el rollo de película para su revelado. En la actualidad, esas imágenes cobran un sentido especial, ya que reflejan un mapa humano de la sociedad española desde hace un siglo, de la memoria colectiva de un pasado ya lejano.

Organizado por la Asociación Juvenil Algarabía Cultural, la Universidad de Córdoba y la Delegación de Juventud del Ayuntamiento cordobés. la Filmoteca de Andalucía ha celebrado durante la pasada semana el Seminario Internacional `Memoria y cine doméstico´, que ha reunido a especialistas en la conservación y preservación del cine realizado por particulares en el ámbito doméstico y se ha analizado la procedencia de estos fondos fílmicos, su tratamiento para digitalizarlo y otros aspectos como su conservación y difusión que se llevan a cabo en las diferentes filmotecas repartidas a lo largo y ancho del país.

Imagen de una filmación recuperada de la Málaga de 1920

Imagen de una filmación recuperada de la Málaga de 1920La Voz

Elena Calvo Polo es la presidenta de la Asociación Juvenil Algarabía Cultural y la coordinadora de la semana de actividades del seminario y destaca uno de los aspectos más importantes de este encuentro: los retos a los que se enfrentan las filmotecas a la hora de afrontar la digitalización de estos materiales, que no son prioritarios a la hora de destinarles financiación, porque no es un cine de ficción ni cine documental, sino que hablamos de filmaciones privadas, que son familiares. ¿Cómo encontrar el valor en estos documentos fílmicos? La respuesta es sencilla. Nos ayudan a completar pequeñas lagunas de la historia porque justo en ese momento y lugar había una cámara filmando.

Elena Calvo Polo, presidenta de la Asociación Juvenil Algarabía Cultural

Elena Calvo Polo, presidenta de la Asociación Juvenil Algarabía CulturalCGM

Unas imágenes que cobran aún más valor cuando sirven de soporte a otros productos audiovisuales, como por ejemplo documentales, en los que las imágenes «caseras» forman parte del discurso narrativo, ya sea de carácter biográfico o histórico y proceden de archivos personales. Especialmente significativo es el proyecto de la Red de Cine Doméstico, que alertaron de la posible pérdida de estos formatos en la zona afectada por la Dana en Valencia, mediante la campaña No las tires, concienciando de que aunque se hubieran mojado, llenado de barro y aparecieran hongos, se podían salvar. De esa labor de rescate y limpieza han podido recuperar entre el 80 y 90 por ciento de las imágenes del material rescatado.

Un ejemplo de una filmación en Super 8 recuperada en Córdoba

Un ejemplo de una filmación en Super 8 recuperada en CórdobaLa Voz

Josechu Cerdán, exdirector de la Filmoteca Española también ha tomado parte en el seminario considera que la labor de recuperación del cine doméstico permite pensar la historia de la gente común desde otro punto de vista y el cine aficionado permite que, por primera vez, a lo largo del siglo XX se cuenten historias desde otros ámbitos. Lo que solo era accesible a las clases pudientes en el periodo 1920-1960, a partir de entonces se extendió al hacerse más accesibles los aparatos de filmación. Y esas filmaciones son documentos históricos que no se hallan en ningún otro lugar ya que ni los periódicos ni los documentos oficiales hacen referencia a esos acontecimientos. Es, según Cerdán, algo fundamental para pensar el siglo XX. Gracias al cine aficionado se han podido preservar momentos históricos allí donde había una cámara amateur, ante la ausencia de un operador de los primitivos noticieros.

Josechu Cerdán, exdirector de la Filmoteca Española

Josechu Cerdán, exdirector de la Filmoteca EspañolaCGM

El 'Proyecto Mi Vida', impulsado desde 2016 por la Filmoteca de Andalucía, con sede en Córdoba, está dirigido a detectar, recuperar y conservar ese cine familiar y amateur en las mejores condiciones, y a digitalizarlo y divulgarlo a través de las redes de conocimiento y difusión, mostrando un mapa humano de los últimos 100 años de historia de Andalucía. Gracias a este proyecto, la ciudadanía ha depositado sus filmaciones familiares y se han podido recuperar joyas como la Batalla de Flores de Córdoba de 1931, la alternativa de Manuel Benítez El Cordobés en color, o imágenes de la Semana Santa sevillana de los años 20, o los patios de Córdoba en los años 60, entre otras. Por eso es importante revisar los armarios y altillos, porque pueden aparecer entrañables momentos familiares que acumulaban encima polvo y años de olvido o imágenes de carácter histórico. No las tire, dele una oportunidad al celuloide que no tiene nada de rancio, ya que acerca a las nuevas generaciones cómo éramos y cómo vivíamos años atrás.

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