Palomas
Una campaña busca erradicar en Córdoba que se le dé de comer a las palomas
Sadeco detecta nueve zonas en la capital con superpoblación de aves
Dar de comer a las palomas, aparte de fomentar una población que es dañina para la salud pública, es un incumplimiento de la norma. La empresa Saneamientos de Córdoba (Sadeco) va a iniciar una campaña con la finalidad de concienciar a los cordobeses del daño que se causa con esta práctica que hasta hace unos años estaba considerada incluso como divertida y romántica.
La presidenta de Sadeco, Isabel Albás, ha informado de que se trata de «una campaña de información y sensibilización ciudadana» que busca «implicar a todos para reducir el impacto de las palomas y lograr un equilibrio en el que estas aves no se conviertan en un problema de salud pública y de convivencia».
Isabel Albás
Sadeco mantiene un convenio con la Universidad de Córdoba con la finalidad de reducir la población de palomas en la capital. Hasta el momento se capturan más de 2.000 al año y se han creado unos palomares en los jardines de la Agricultura y en la avenida de Fray Albino con la finalidad de que las aves no aniden en edificios ni en árboles.
Este trabajo, que va dando sus frutos, no sirve de nada si se le da de comer a las palomas. «Lo que más agrava la sobrepoblación es la alimentación incontrolada en la vía pública», explica Albás para justificar la puesta en marcha de esta campaña. Además, ha añadido que quienes hacen esta práctica incumplen el artículo 8 de la Ordenanza de Higiene Urbana, que prohíbe dejar resíduos orgánicos en la vía pública.
Las zonas con más palomas
La campaña se va a centrar en los lugares donde se ha detectado que es más frecuente el dar de comer a estas aves. Es el caso de los jardínes de Juan Carlos I, el paseo de la Victoria, los jardines de la Agricultura, la Huerta de la Reina, avenida de Fray Albino, plaza de Cañero, La Asomadilla, Padres de Gracia y plaza de La Constancia.
En estos lugares, según Albás, «habrá educadores ambientales para informar de los riesgos de alimentar a las palomas, así como habrá inspectores que velarán por el cumplimiento de la normativa, que acompañarán de medidas correctoras cuando sea necesario». Entre los riesgos existentes, ha añadido, está el que «cuando se da de comer a las palomas también se puede favorecer la proliferación de ratas».
El destino de las aves que periódicamente son capturadas es traslardarlas «a lugares donde no causen daños o se ceden al Proyecto Lince».