José María Bellido atiende a la prensa
Bellido ve en la capitalidad mediterránea «el fin de la maldición de que en Córdoba nada sale adelante»
El alcalde quiere que «el legado en 2027 sea una forma de trabajar, no solo un escaparate puntual»
La designación de Córdoba como Capital Mediterránea de la Cultura y el Diálogo 2027 ha sido recibida por el alcalde, José María Bellido, como un punto de inflexión en la autoestima colectiva de la ciudad. «Durante décadas parecía que en Córdoba existía una especie de maldición y que los proyectos nunca salían adelante», admitió. Haber competido con otras ciudades y resultar elegida, defendió, demuestra que «cuando se trabaja en serio y sumando esfuerzos, las cosas salen».
Más allá del reconocimiento, Bellido sitúa la capitalidad como un movimiento estratégico para reposicionar a Córdoba en el mapa cultural. La aspiración es que la ciudad se presente como interlocutora natural en el Mediterráneo, reivindicando su papel histórico de puente entre continentes y culturas. La coincidencia con el Año Góngora, centenario de la muerte del poeta, permitirá articular el programa de 2027 en torno a una figura simbólica que refuerza la identidad cultural universal de la ciudad.
El proyecto comienza a tomar forma desde hoy, con la primera reunión de trabajo. Bellido quiere cerrar primero el modelo de gobernanza y ha descartado un proyecto de capitalidad diseñado solo desde el Ayuntamiento. En la mesa estarán —según avanzó— la Junta de Andalucía, la Universidad de Córdoba y fundaciones culturales con presencia activa en la ciudad. La coordinación del programa recaerá en Juan Miguel Moreno.
En ese contexto, el alcalde marcó distancias con las dinámicas habituales de los grandes eventos culturales en Córdoba. No habrá una gran infraestructura ni un edificio de autor como 'marca política' del mandato. «Lo que queremos es que el legado de 2027 sea una forma de trabajar y no solo un escaparate puntual», subrayó. Ese cambio implica que instituciones que tradicionalmente han operado de forma dispersa colaboren de manera estable y que los esfuerzos culturales se refuercen en lugar de superponerse. La prioridad —añadió— será crear programas duraderos de talento joven, para que la proyección internacional de la ciudad no se concentre en un solo año.
La capitalidad se apoyará además en instituciones que ya trabajan en ámbitos vinculados al Mediterráneo y al desarrollo cultural, entre ellas la Fundación Antonio Gala, la Fundación Princesa de Girona, Casa Árabe y la Fundación Tres Culturas.
