La economía andaluza se desacelera
Los gobiernos no generan el crecimiento económico. Eliminan regulaciones que impiden generar dicho crecimiento
Andalucía es una de las comunidades autónomas españolas que mejor ha sabido resistir los envistes de la crisis sanitaria de 2020 y que mejor se ha rehecho de la gran caída que experimentó nuestra economía tras la pandemia provocada por la Covid-19. Llevamos meses escuchando que la región andaluza muestra síntomas de agotamiento e incluso que el «milagro económico andaluz» no era tal, sino que simplemente había aprovechado unos vientos de cola que favorecieron su economía y que, además, tenía una situación que difícilmente podía empeorarse, pero ¿Realmente es así? ¿Cómo se encuentra realmente la economía andaluza?
El gobierno andaluz, desde su llegada, ha eliminado regulaciones que impedían generar riqueza y crecimiento económico y sin duda, eso se traduce en los parámetros económicos que ha alcanzado nuestra comunidad en los últimos años. Andalucía ha sido capaz de atravesar la última crisis de forma más suave que el país en su conjunto y no sólo eso, la economía andaluza fue capaz de evitar la recesión y acelerar el crecimiento. Aun así, actualmente la propia economía regional se encuentra obstáculos que le impiden seguir la senda de crecimiento que tenía, y ¿Cuáles son esos obstáculos? Entre otros;
1. La gran volatilidad de los mercados financieros
2. La aceleración de la inflación subyacente
3. El aumento exponencial de los tipos de interés
4. La tremenda caída del poder adquisitivo del ahorro
5. Los riesgos en el mercado de trabajo que ha supuesto el aumento del SMI
6. El descenso de la inversión privada
7. La sequía
Aún a pesar de los obstáculos expuestos anteriormente, la economía da señas de haber sentado las bases, por lo menos las bases, de ser una economía dinámica, exportadora y receptora de inversión extranjera, pero aún así, muestra síntomas de desaceleración eso sí, menor de la prevista. Los factores que van a impiden o van a impedir que Andalucía alcance, en 2023, el crecimiento que tenía en 2019 son los siguientes;
1. El incremento adicional en los costes de la energía donde el sector industrial se resiente fuertemente
2. Las tensiones inflacionarias ya hacen mucho daño debido y si se alargan en el tiempo pueden suponer un revés importante para la economía
3. Las políticas fiscales expansivas de la Junta de Andalucía no deben volver y que vuelvan podrían suponer cercenar el dinamismo económico que tanto ha costado construir
4. El gran tensionamiento que tiene el mercado laborar puede ser un riesgo para alcanzar las cotas de crecimiento esperadas para 2023 y 2024
5. La insoportable lentitud de la adjudicación de los fondos europeos
6. La sequía que amenaza la producción y las rentas agrarias en el corto y medio plazo.
Por razones empíricas la economía se desacelera, es un hecho, es así. Ya las previsiones dan a Andalucía un crecimiento menor en 0,3 puntos respecto a la economía española. Aunque la desaceleración es menor de lo esperado en análisis pasados, en mi opinión, los obstáculos que se le presentan a la economía andaluza junto a los factores de riesgo que encontramos en el corto y medio plazo pueden ser determinantes para marcar el rumbo y la dirección de la economía. Espero que este gobierno haya aprendido de los errores del pasado y aunque no ha limado todos ellos, decida seguir, poco a poco, quitando palos en la rueda del carro de nuestra economía que permita potenciar mucho más el dinamismo y flexibilidad de la misma. Recuerden, Los gobiernos no generan el crecimiento económico. Eliminan regulaciones que impiden generar dicho crecimiento.
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