Lorite 5 - Romero 0
«Y la goleada cayó por su peso cuando le recordó a Romero que las obras son para embellecimiento (carriles bici y el etcétera sostenible) no para evitar inundaciones»
Final de la Champions de Roma entre el Barça y el Manchester United. Los ingleses comienzan mejor y Cristiano Ronaldo tiene un par de acercamientos, pero -a la primera llega Samuel Eto’o y la enchufa. A partir de ahí, el partido ya es un paseo militar y la orejona va a las vitrinas del Camp Nou.
¿Por qué esto para empezar? Muy sencillo, el miércoles en Diputación se vivió algo similar en un ‘duelo’ entre el portavoz del PSOE, José Antonio Romero, y el vicepresidente primero, Andrés Lorite (PP). En la rueda de prensa previa al pleno, Romero creó un par de ocasiones de peligro a cuenta del recorte económico destinado a las obras de la carretera de acceso a Montoro.
Pero Romero no marcó, porque su ataque fue timorato y su defensa es la de un juvenil, cuando sus predecesores en el palacio de la Merced fueron Gobierno y actuaron de parte con esa carretera.
Ya en el pleno, Romero volvió a atacar con todo, pero no había forma de marcar y llegó el turno de respuesta de Lorite. No tuvo que lanzar una contra el popular, sino que pasó a presionar arriba, tras pérdida, y a crear situaciones de gol.
Y la goleada cayó por su peso cuando le recordó a Romero que las obras son para embellecimiento (carriles bici y el etcétera sostenible) no para evitar inundaciones, como se ha redistribuido el dinero para la vía entre Montilla y Montalbán.
También le refrescó la memoria, señalándole que a esa obra se destinaron 2,1 millones cuando, qué casualidad, Lola Amo (PSOE) era ya alcaldesa de Montoro y vicepresidenta de la Diputación. Fue tan descarado que hubo pelea con sus socios (IU) y tuvieron que retirar la moción y renegociarla, dando unas migajas a los comunistas. Y, para rematar, le dejó claro que los criterios de seguridad vial, conectividad y movilidad son los que imperan.
Andrés Lorite y José Antonio Romero
Romero agachó bastante la cabeza mientras Lorite consumaba la goleada de los populares, e incluso, pareció removerse en la silla. Es lo que pasa cuando vas con lo justo al partido que, como dice el argot, te pintan la cara.
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