La Sagrada Cena vive su particular Jueves Santo en el interior del templo

La Sagrada Cena vive su particular Jueves Santo en el interior del temploJesús D. Caparrós

La borrasca Nelson se carga el Jueves Santo de Córdoba

La Buena Muerte suspende su procesión en la Madrugada

El desarrollo del Jueves Santo ha sido tal y como se esperaba, a la vista de los negros pronósticos que se barajaban y que se iban confirmando conforme avanzaba el día. El paso de la borrasca Nelson por la capital cordobesa no ha tenido piedad con uno de los días grandes de la Semana Santa.
Las previsiones eran firmes y las decisiones comenzaron a adoptarse ya por la mañana, aunque no se hicieran públicas hasta la tarde y en algunos casos en el mismo momento de la salida prevista. Estas fuertes inclemencias meteorológicas han diseñado unas actuaciones hasta ahora inéditas en la Semana Santa cordobesa, como es el hecho de pedir a sus cortejos que acudan a los templos a la hora prevista y con el hábito nazareno en una bolsa.
En la mente de todos, y la vista del agua que caía y del viento que azotaba las calles, ya se daba por perdido el Jueves Santo, pero la responsabilidad de las cofradías les hacía organizar todo para la salida hasta el último momento.
Esta circunstancia les ha permitido, además, organizar el plan B, consistente en el acto religioso para los hermanos y la posterior apertura de las puertas para la veneración de las imágenes. Lo cierto es que cuando se aproximaban las 17:00, que era el momento previsto para la salida del Señor de la Caridad, ya se intuía lo que iba a pasar.

La Caridad

En la parroquia de San Francisco decidieron no salir y las puertas del templo se abrieron apareciendo tras ellas el paso con sus titulares. En el compás había un numerosos público que así pudo ver de cerca al Crucificado y, además, los integrantes del Tercio Gran Capitán, primero de la Legión, que lo iban a escoltar durante todo el recorrido.
Los legionarios formaron frente a la puerta y tras rendir honores, entonaron el ‘Novio de la muerte’ y en el ambiente quedó la duda de lo que ocurrirá el Viernes Santo por la mañana, cuando tradicionalmente acompañan al Señor de la Caridad en Vía Crucis a la Catedral.

La Sagrada Cena

Cada hermandad ha optado por una modalidad distinta de estación de penitencia en el interior del templo tras suspenderse la procesión. Unas rezan el rosario; otras, el Vía Crucis, y en todas una alocución del consiliario o del hermano mayor para explicar el significado del acto.
En el caso de la Sagrada Cena, como explican con detalle en el comunicado hecho público tras la suspensión de la salida, se comenzó con el rezo del Rosario y a continuación se celebró la Misa de la Cena del Señor, como corresponde al día. Una ver terminada, y depositado el Santísimo en el Monumento, se abrieron las puertas de la parroquia del Beato Álvaro para poder venerar a los titulares.

Las Angustias

En algunas de las hermandades, además, interpretaron algunas marchas las formaciones musicales que tenían previsto acompañar a las imágenes por las calles de Córdoba. En algunos casos lo hicieron en el interior del templo y en otros desde el exterior, como ofrenda sonora ante la imposibilidad de hacerlo durante la estación de penitencia.
En San Agustín se asumía con resignación la imposibilidad de salir a la calle. El portentoso grupo escultórico de Nuestra Señora de las Angustias llenaba el templo en una tarde gris y concentraba todas las miradas, tanto las de sus nazarenos como las de los fieles que entraron hasta altas horas.

Jesús Nazareno

Las dimensiones de la iglesia hospitalaria de Jesús Nazareno hizo que los hermanos rezaran el Vía Crucis en la tarde de ayer en la capilla anexa, más moderna y de mayores dimensiones.
En la calle, se concentraban los fieles ante el portón del templo a la espera de terminar el acto religioso. Una vez abiertas las puertas, encontraron en el interior la ya conocida estampa de estas antiguas y devotas imágenes.

Jesús Caído

Los hermanos de Jesús Caído estaban muy ilusionados por comprobar en la calle el resultado de la reforma del paso de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, al que se le ha dotado de unas nuevas dimensiones respetando tanto los bordados como la orfebrería.
Aunque fueron numerosas las personas que pasaron por la nave situada en lo alto de la cuesta de San Cayetano y vieron este estreno, habrá que esperar a la próxima Semana Santa para admirarlo en la calle.

Cristo de Gracia

El ambiente en los Padres de Gracia era completamente diferente al de otros años. El calor humano ha dado este año paso a un gélido ambiente marcado por una inestabilidad meteorológica que ha arrastrado a todas las hermandades a suspender sus respectivas procesiones.
El cortejo estaba citado en el templo y la decisión no se hizo pública hasta última hora. A partir de ese momento, los hermanos hicieron su estación de penitencia en el interior del templo y con posterioridad se abrieron las puertas de la nave ante la que desfilaron innumerables cordobeses que no querían cerrar el Jueves Santo sin dirigirle su mirada y su oración al Esparraguero.

Buena Muerte

La medianoche llegaba y no había mejoría alguna en las previsiones del tiempo. La cita, a las doce en San Hipólito. Una sola hermandad en silencio es capaz de llegar toda la Madrugada.
Precisamente en esa frontera entre el Jueves y el Viernes Santo era cuando la junta de gobierno de la hermandad de la Buena Muerte hacía pública su decisión de no ir en procesión a la Catedral. A esa hora, después de una jornada en la que ninguna hermandad había salido a la calle, y pese a lo desapacible de la noche, había cientos de cordobeses en la puerta del templo dispuestos a no terminar el día sin imprimir en sus retinas las siluetas del Cristo de la Buena Muerte y de la Reina de los Mártires.
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