Un año del Zendal
Un año del Hospital Isabel Zendal: de los ataques contra Ayuso a atender a 8.400 pacientes
El hospital de pandemias cuenta con una unidad de rehabilitación para los pacientes que han pasado largos periodos en la UCI
El Hospital Enfermera Isabel Zendal lleva un año en funcionamiento. Su construcción se realizó en medio de las críticas de los partidos de izquierdas que recriminaron a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, las características del edificio y el dinero invertido. Las cifras reflejan ahora el trabajo de estos meses. Desde diciembre de 2020, se han atendido a más de 8.400 pacientes y se han administrado más de 1,8 millones de dosis de vacunas.
El hospital de pandemias continúa dando servicio a los madrileños que sufren coronavirus. Pero el futuro del Zendal va más allá. Además de luchar contra el Covid, el edificio alberga, por ejemplo, una unidad de rehabilitación para aquellos pacientes que han estado largos periodos en la UCI y necesitan una recuperación motora de sus capacidades. Además, tal y como revela el doctor José López encargado de la unidad, «se va a desarrollar un proyecto de recuperación funcional para pacientes que no sean de Covid en el que habrá pacientes derivados de otros hospitales».
Ramón, uno de los pacientes de la unidad de rehabilitación
Este hospital de la red pública de la Comunidad de Madrid tiene actualmente disponibles 96 camas de hospitalización, 28 de UCRI y 10 de UCI y una capacidad de ampliación hasta las 650 camas. Otro de sus objetivo es albergar a pacientes derivados de otros hospitales madrileños, mientras que estos se encuentran en reformas.
Uno de los potenciales de la construcción es su fácil versatilidad. Sus tres pabellones han ido modificándose durante estos meses para adaptarse a las necesidades concretas del momento. En este sentido funciona también la zona de vacunación masiva. En este periodo, se ha vacunado con más de 1,8 millones de dosis. Actualmente está abierto las 24 horas del día para vacunación y se está administrando primeras, segundas y terceras dosis sin cita y con autocita, y la dosis de refuerzo de Janssen con y sin cita.
Hospital Isabel Zendal
La vacunación es rápida y eficaz. El personal sanitario hace que así sea. Los madrileños se sientan y en apenas unos segundos se les ha inyectado la vacuna. El ágil proceso hace que el Zendal sea un ejemplo también de organización respecto a la inmunización.
El equipo humano que presta servicio en el Zendal está formado por 608 trabajadores, de ellos 486 son sanitarios y 122 de servicios. Durante el pasado mes de abril, cuando se alcanzó el mayor número de ingresos, con 581 pacientes, la plantilla estuvo formada por 1.389 trabajadores.
Evitar lo peor
El buque insignia del Zendal es su UCRI (Unidad de Cuidados Intermedios). Pedro Landete es su coordinador y relata para El Debate que el objetivo de su zona es atender a pacientes que tengan un requerimiento de oxígeno. Estos ingresos se anticipan a que la situación empeore. «Se les da un soporte respiratorio con presión positiva que ayuda a que los pulmones descansen y se oxigena mejor», explica Landete.
Este tipo de unidades no se han inventado durante la pandemia, sino que existen desde hace tiempo. Sin embargo, la situación excepcional del coronavirus ha provocado que se hayan convertido en un elemento básico para evitar el colapso. «Hemos evitado que el 75 % de los pacientes acaben en UCI», asegura el coordinador de la UCRI.
UCI del Zendal
La psicología y el Covid
María Dolores es la encargada de la ayuda psicológica a los pacientes. «El covid es una enfermedad multi sistémica que ya de por sí provoca alteraciones emocionales importantes por todo lo que conlleva el enfermar de esa manera», destaca. La psicóloga recuerda que el virus ha provocado una situación de gran tensión en los pacientes y que, además, existe una gran «incertidumbre» respecto a su evolución. Por todo esto, es necesario que los enfermos estén acompañados tanto de manera médica como psicológica.
El Zendal es, por lo tanto, una de los puntos fuertes que ha diferenciado la gestión de la pandemia en Madrid respecto a otras comunidades. Un centro que pese a haber sido sometido a boicots internos en los que se llegaron a desconectar centros eléctricos y se sustrajo material médico, cuenta, no solo con un pasado y un presente, sino con un importante futuro para la atención sanitaria de los madrileños.
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