Sombrerería Medrano

Sombrerería MedranoThorun Piñeiro

Negocios centenarios de Madrid

La Sombrerería Medrano, un local que no pasa de moda

Con 190 años de vida ha visto pasar políticos de toda índole política, artistas nacionales e internacionales, pero hay uno en especial que se lleva la palma...

Los sombreros son un complemento que llevamos desde hace milenios. El lugar donde se empezó a utilizar de forma habitual fue en Grecia en torno al siglo V a.C. Con el paso del tiempo han ido evolucionando ligeramente, aunque todavía siguen fabricando recreaciones de estos.
La sombrerería más antigua de España está en la capital, vecina de la Puerta del Sol, en la calle Imperial número 12 está la Sombrerería Medrano. Con 190 años a sus espaldas, el negocio familiar guarda a buen recaudo la técnica para elaborar esta prenda, y es que «cada maestrillo tiene su librillo».
El escaparate es de madera y sombreros de todo tipo lucen en las dos vitrinas del establecimiento. Nada más entrar llama la atención la puerta del local, similar a la del Restaurante Botín, estrecha y con un picaporte. La sala que da la bienvenida a los clientes es bastante amplia, con tres mostradores y estanterías que muestran sombreros de todo tipo: Bombín, Panamá, Cordobés, Hamburg, Floppy… y también tienen recreaciones: cascos medievales, de la Guardia Real española y británica, de la benemérita…
Estante de sombreros de la Sombrerería Medrano

Estante de sombreros de la Sombrerería MedranoThorun Piñeiro

Entre todos los encargos que les han pedido, la Sombrerería Medrano confiesa que una gorra de plato ha sido el complemento más curioso que han vendido. «Similar a las militares, pero no acaba de serlo y lo más sorprendente, es que era muy pequeña», explicaba Héctor Medrano, propietario del negocio.
Entre las cuatro paredes no solo han pasado sombreros, gorras o boinas. Personajes políticos y artísticos se han hecho notar. Cineastas como Emilio Estévez, José Sacristán o Marta Hazas han confiado en la Sombrerería Medrano para lucir los mejores complementos en la cabeza. Incluso Joaquín Sabina se acercó para comprar su famoso bombín.
El director americano fue más allá de una mera compra personal, encargó una serie de sombreros para una producción y «como le gustaron tanto, siempre que viene a España se acerca a saludarnos y nos hace algún encargo», indicaba Héctor Medrano. Y entre los políticos más destacados, la sombrerería se acuerda de la visita del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el mandatario se acercó para comprar un Panamá.
Recreaciones de los sombreros de la Sombrerería Medrano

Recreaciones de los sombreros de la Sombrerería MedranoThorun Piñeiro

¿Cuál es el secreto para aguantar 190 años?

Antes de contar este secreto, hay que destacar que la actual familia compró el negocio en 1973. Durante los años anteriores el testigo fue pasando por diferentes familias, pero todas ellas guardaban la esencia del local, vender sombreros.
«El truco es adaptarse a lo que te pide el público en el momento. Está claro que a lo largo de la historia ha habido crisis, sube-bajas… Y, al fin y al cabo, es adaptarse totalmente al producto, al tipo de fabricación o al tipo de venta. Si alguien entraba en la tienda hace 12 años estaría todo en cajas metido, no se vería nada a primera vista.
Entonces se mediría al cliente y sacaríamos los modelos que le valiesen. En la actualidad este procedimiento ha cambiado, ahora la gente necesita ver todo a primera vista para elegir el color que le gusta, la forma, el tipo…» explicaba Héctor Medrano a El Debate.
Otra de las ventajas con la que cuenta la Sombrerería Medrano es que son diseñadores y vendedores. Ellos mismos confeccionan los sombreros que más tarde se ven en las estanterías. Beltrán Medrano, padre de Héctor, fue reconocido Maestro Artesano el 25 de junio de 1996. Y aunque cuenten con un experto en la materia, la familia escucha siempre al público. «Cuando nos dicen ‘oye no me gusta esta cinta’ o ‘la visera tapa poco’, nosotros hacemos un consenso y lo modificamos al gusto del cliente» indicaba Héctor Medrano.
Estante de la Sombrerería Medrano

Estante de la Sombrerería MedranoThorun Piñeiro

Un cliente peculiar

Aproximadamente sobre los años 60, la Sombrerería Medrano tenía varios clientes habituales, lo curioso es que no eran ni políticos, ni actores, ni tampoco artistas. Eran nada más y nada menos que… ¡Coches! Al estar ubicada en una curva cerrada y que la seguridad vial del momento era muy precaria, hacían de este lugar una diana perfecta.
Otro cliente peculiar es el cine de Hollywood. «En general siempre sale algo nuestro porque las cosas de teatro o de cine las tratamos mucho. Por ejemplo, aparecemos en Asesinato en el Orient Express, otra película en la que participamos fue Mientras dure la guerra de Amenábar. «Es muy difícil que algo nuestro no salga en una película».

Consejo estilístico

María Luisa, madre de Héctor, explica que a todos no nos sienta bien el mismo sombrero. Aunque sí que es cierto que hay personas a las que cualquier modelo les sienta bien. A los señores de cara delgada mejor el ala corta, a los de cara redonda mejor un ala ancha. A las señoras de cara redonda el modelo cloché es ideal, redondea la cara y lo integra, y para caras alargadas mejor de ala ancha.
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