
Un hombre con un cordero durante la Fiesta del Cordero, ‘el Eid al Adha’, en 2023, en Ceuta (España).
Los ganaderos españoles sospechan que el rey de Marruecos utilizó la fiesta del cordero para bajar sus precios
«Lo de Mohamed VI con la fiesta del cordero fue un órdago para esquivar el precio del ganado en España». Ese es el eco que retumba en las explotaciones de ovino más de tres meses después de la estruendosa comunicación del rey de Marruecos en la que instaba a sus súbditos a renunciar a su gran ritual islámico por la prolongada sequía.
El anuncio de Mohamed VI generó una gran incertidumbre en el sector, que en 2023 fue capaz de suministrar con 600.000 corderos al vecino del sur. «Querido pueblo abstenerse de efectuar el ritual del Eid al-Adha este año», apuntó el monarca, que señaló a los desafíos climáticos y económicos que han diezmado a la ganadería marroquí como motivos para no obligar a los ciudadanos a realizar un desembolso extra para cumplir con la tradición.
El previsible descenso de la demanda llevó a muchos productores al pensamiento de que el precio de sus animales iba a caer; sin embargo, los corderos españoles han encontrado mercado en otros países y el precio se ha mantenido al alza hasta su estabilización a pocos días de la festividad musulmana que tendrá lugar este 6 de junio.
El temor que se extendió en las explotaciones de ovino a finales de febrero ha desaparecido. La posibilidad de exportar ovinos vivos –de seis a 24 meses–para su sacrificio en Argelia desde el pasado 21 de abril fue recibida como un gran éxito para los ganaderos, que clamaban por ampliar horizontes y diversificar su clientela y así aumentar el precio en origen en un contexto de bajada del consumo y bajos precios valores por la industria.«Argelia ha sido un balón de oxígeno. La estrategia de Mohamed VI no solo buscaba bajar los valores del cordero español, sino que pretendía controlar la especulación de los intermediarios marroquíes. El argumento le ha servido a la industria para presionar a la baja en origen», explica en conversación con El Debate Antonio Punzano, responsable de sector ovino de carne de COAG.
La sospecha de los ganaderos de ovino, que se repite en diferentes zonas productoras, es que el rey de Marruecos utilizó la fiesta del cordero para apaciguar la tendencia alcista del ovino español. «Marruecos lleva siete años de sequía y están sin animales, tienen que importar sí o sí. El rey Mohamed VI no dijo que se cancelaba o prohibía la fiesta, sino que invitaba a abstenerse de la celebración por la dificultad de la situación y la escasez. Ha sido una táctica para bajar el precio de los corderos españoles y sobre todo controlar la especulación existente entre los importadores marroquíes», asevera Punzano.
El dirigente de COAG precisa que en algunos casos, corderos de 28 kilos como los que se vendían en España para sacrificar en Marruecos, salían de la península por unos 180 euros y el consumidor los pagaba a 700 euros en el Magreb: «La gente pedía préstamos y se endeudaba para afrontar el desembolso. Es una barbaridad».
Punzano destaca el buen momento de precios del que gozan los ganaderos en la actualidad, algo que se sostiene en buena parte por la demanda internacional. «Hay precios muy buenos gracias al tirón de nuestros productos en el exterior y la disminución progresiva de las cabezas de ganado», indica el productor, que considera que el precio se estabilizará, pero no a corto plazo: «La cabaña no se va a reponer tan fácilmente porque cada vez hay menos explotaciones y así es muy difícil. La gente más veterana se jubila y no hay relevo generacional», explica el responsable de la organización agraria, que alude a la importancia de que ese incremento no desincentivo el consumo nacional.