Rascacielos de La Ermita
Construcción Madrid Río acogerá dos rascacielos con 600 viviendas
El proyecto contempla también una guardería infantil pública con 40 plazas disponibles y un parking de titularidad pública de rotación
El Ayuntamiento de Madrid impulsará la construcción de dos macroedificios de viviendas en el barrio de La Latina, en concreto en la zona de Madrid Río. Esta medida ha despertado la indignación de la oposición y de los vecinos del barrio que la han calificado de «pelotazo urbanístico». La polémica viene a raíz de la recalificación del terreno para eliminar el actual centro comercial de La Ermita y construir los dos rascacielos, de 66 y 90 metros aproximadamente.
En total se levantarán 600 viviendas, 160 de ellas protegidas. Ya queda atrás aquellas tiendas y locales que acogían familias, divertían a los niños y los jóvenes acudían a pasar el rato y bailar en la sala Aqualung, icónica hasta 2006. Ahora La Ermita se asemeja a un desierto del salvaje oeste, solo falta que ruede la barilla. El único resquicio que queda es un gimnasio, el teatro Goya, un supermercado Día, un local de karting, Carlos Sainz, y una bolera.
El objetivo ahora es empezar de nuevo, edificar dos rascacielos de 28 y 18 plantas que den cabida a los 600 hogares que se quieren implantar. También se baraja construir zonas verdes y un centro cultural. Para lograr todo esto hay que recalificar el terreno, pasar de suelo deportivo privado a uso referencial, y, por lo tanto, modificar el plan general. De ahí el escándalo de toda la oposición y por el beneplácito que le ha conseguido el ayuntamiento a uno de los propietarios de La Ermita.
La Ermita se formó a través de una socimi (Sociedad Cotizada de Inversión Inmobiliaria), es decir, un conjunto de sociedades anónimas que explotan activos inmobiliarios a través de arrendamientos. La empresa la forman cinco a nivel interno, Ibemetex, la más relevante, cuyo propietario es el empresario venezolano, Alberto Enrique Finol Galué, quien posee empresas lácteas, farmacéuticas y petroquímicas.
El plan edificable
El proyecto además de construir dos viviendas, levantará una guardería infantil pública con 40 plazas disponibles en 1.100 metros cuadrados. También se pretende ampliar las instalaciones deportivas del polideportivo municipal de El Capricho. El plan añade la construcción de un parking subterráneo de titularidad pública de rotación. Por último, se crearán nuevas zonas verdes, unidas a los corredores ecológicos de los parques.
«En el centro de la parcela vamos a crear una plaza de barrio que posibilite la actividad social. En su entorno, peatonal, se implantarán los servicios y comercios de proximidad que, como igualmente se reclama, serán accesibles al conjunto del barrio. Para ello, nuestra iniciativa obliga a reservar en la planta baja de las edificaciones», han explicado los promotores del proyecto edificable.
Planta del proyecto de La Ermita
Objetivos del recalificado
Los responsables del proyecto urbanístico alegan que la modificación del Plan General del Ayuntamiento propone la regeneración urbana de toda la zona de Madrid Río.
- Regenerar el área posibilitando la implantación de usos residenciales.
- Dar continuidad a la avenida de Los Caprichos hasta conectar con la calle de San Conrado.
- Resolver la conexión entre los parques de Caramuel y Cuña Verde con un nuevo sistema transversal de espacios libres y zonas verdes.
- Generar un espacio de centralidad local.
- Incluir las acciones exteriores que mejoren las condiciones de conexión del ámbito con Madrid Río.
- Favorecer la mejora de condiciones de sostenibilidad urbana Incluir las acciones exteriores que mejoren la condiciones de conexión del ámbito con Madrid Río.
Perfil del proyecto de edificios
Defensa del ayuntamiento
Ante las quejas en el Pleno del ayuntamiento, el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, defendió el proyecto urbanístico porque la «capital ganará parcelas y se construirán viviendas protegidas y zonas verdes». En esta misma línea, el concejal Alberto Serrano señaló que La Ermita «está totalmente muerto» y que hay que buscar una alternativa posible.
Fuentes también quiso recalcar que la situación que se está viviendo no es equiparable a la vivida en el Gobierno de Carmena, quien desestimó esta medida. «Nada tiene que ver, ni los procedimientos, ni el encaje, ni el interés general, ni la generación de corredores e itinerarios medioambientales que comuniquen el parque de Caramuel con el parque de las Tres Cruces».
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