Actualmente los rascacielos forman parte del paisaje urbano de cualquier ciudad, pero no siempre fue así. El edificio de la compañía Telefónica en Madrid, fue en su momento el primero de España y uno de los primeros de Europa. De hecho, el edificio solo fue destronado en 1953 por el Edificio España, que puso fin a la hegemonía que había tenido desde la finalización de su construcción en 1929.
Recepción del proyecto
Las oficinas fueron diseñadas por el arquitecto Ignacio de Cárdenas Pastor, que dirigió la construcción desde el año 1926 dentro del plan del proyecto de la Gran Vía. El edificio fue inaugurado en 1930, y fue gestado con la idea de dar una imagen de mayor modernidad a Madrid, sirviéndose de los rascacielos americanos como inspiración. De hecho, el anuncio fue recibido con aplausos y reticencias a partes iguales. Para algunos, la construcción suponía un avance, un proyecto que los embarcaría hacia el progreso. Ramón Gómez de la Serna, se encontraba entre sus partidarios, pues dejó escrito en su Elucidario de Madrid : «La casa estrecha de Teléfonos fue la última que se perdió de cuando la Puerta del Sol era plaza de pueblo. ¿Quién iba a decir que de madre tan flaca saliese hijo tan potente como el rascacielos de la actual Telefónica?» Para otros, se trataba de una obra demasiado invasiva que privaría a los viandantes del sol y no traería sino un impacto negativo en la ciudad. Entre las reacciones que suscitó entre la prensa española podemos destacar el temor que expresaba un periodista en La Vanguardia: « en las ciudades, en las grandes ciudades norteamericanas, […] desaparece la relación de proporcionalidad a que en Europa estamos acostumbrados; el hombre en ellas se convierte en hormiga.»
La casa estrecha de Teléfonos fue la última que se perdió de cuando la Puerta del Sol era plaza de pueblo. ¿Quién iba a decir que de madre tan flaca saliese hijo tan potente como el rascacielos de la actual Telefónica?Ramón Gómez de la Serna'Elucidario de Madrid', 1931
Esta anhelada imagen de modernidad convivió, sin embargo, con imágenes propias de la época que nada tenían que ver con la innovación arquitectónica. La construcción fue llevada a cabo en unos años en los que se podían observar carros tirados por caballos, andamios de madera e inexistentes equipos de protección para los trabajadores de la obra.
Pros
Imagen más moderna y nueva para la ciudad
Grandes oficinas que generarían muchos puestos de trabajo
Contras
Quitaría la sombra a los viandantes y a los edificios vecinos
Semejanza a Nueva York como algo negativo e inhumano
Edificio de Telefónica en Madrid
Sin embargo, en 1930, nadie podía dudar ya de lo que había supuesto el levantamiento de este primer rascacielos. En 1930, las innumerables plantas estaban repletas de actividad. 1.800 empleados trabajaban afanosamente a diario, destacando especialmente el grupo de las operadoras telefónicas, mujeres que se consagraron como imagen de esta época y que tomaban el relevo por turnos, llegando a estar disponibles hasta 150 de ellas en las horas de mayor tráfico. La incorporación de estas trabajadoras también contribuyó a dar una imagen de progreso a la Compañía y a la ciudad.
¿Sabías que...?
La primera llamada transoceánica realizada desde España se produjo desde este edificio el 13 de octubre de 1928. Alfonso XIII pudo conversar durante unos minutos con el entonces presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, que atendió la llamada desde Washington.
Durante la Guerra Civil, el lugar sirvió de gabinete de prensa para corresponsales extranjeros. Desde aquí enviaban sus crónicas Ernest Hemingway, John Dos Passos o el autor de «El Principito» Antoine De Saint-Exupéry. Los sótanos del edificio también fueron utilizados como refugio para protegerse de los bombardeos.
Actualmente, el edificio de Telefónica se ha convertido en uno de los rascacielos más longevos y alberga el Espacio Fundación Telefónica, un centro dedicado a el intercambio de ideas culturales y el debate. Allí se celebran encuentros, talleres y exposiciones con finalidad divulgativa. La Fundación tiene especial interés para los que quieran contaminarse de las nuevas vanguardias artísticas y tecnológicas.