Esta es la historia del Colegio de Huérfanos de la Armada, la clave de una temprana vocación militar
La formación militar de nuestro país es de las mejores valoradas a nivel internacional. Las cuatro secciones del cuerpo, Tierra, Marina, Aire y la Guardia Civil reciben una precisa y exhaustiva instrucción. La base de este éxito está en sus docentes y en la vocación militar de sus integrantes que en algunos casos empieza desde muy pequeños, como es el caso de los alumnos del Colegio de Huérfanos de la Armada.
En julio de 1910 se creó la la Asociación Colegio Ntra. Sra. del Carmen, que años más tarde sería la base para que se crease el colegio al que varias personas mostraron cierto interés por la obra educativa.
Tres años después el Rey Alfonso XIII colocó la primera piedra del edificio, tal y como indica el bloque de granito colocado en la esquina inferior derecha del arco de acceso al colegio.
La edificación se encargó a la Compañía Madrileña de Urbanización. La piedra fue bendecida por el Obispo Don Jaime Cardona y Tur y presidieron dicho acto sus Majestades los Reyes (Alfonso XIII y Victoria Eugenia) y el Ministro de Marina, Don Amalio Gimeno.
Las obras se ejecutaron de manera rápida y efectiva para el ritmo de trabajo de entonces. En diciembre de 1914 estaba el edificio cubierto y el 5 de abril de1916, la Junta se hacía cargo del inmueble y aprobó un reglamento que desarrollaba el funcionamiento de esta institución.
Inauguración
El centro se inauguró en 1917 y el primer curso académico acogió a 65 alumnos en un solemne acto presidido por la Reina Doña Victoria Eugenia y una misa celebrada por el obispo de Sión.
Las orientaciones profesionales de los alumnos se inclinaban claramente hacia las carreras militares. Así, en el periodo de 1917 a 1935, sobre un total de 203 alumnos, 87 ingresaron en la Escuela Naval Militar (ENM), 16 en la Academia de Infantería, 13 en la Academia de Artillería y 7 en la Academia General Militar (AGM).
Durante la República, la orientación militar disminuyó en el colegio y los alumnos se matricularon en el instituto de Chamartín de la Rosa: «Antonio de Nebrija». De esta manera, los futuros militares no perdían esa vocación por la Armada.
Con la llegada de la Guerra Civil, el colegio pasó a utilizarse como acuartelamiento de las columnas del «Campesino» y, más tarde, como hospital. Pasada la contienda, el vicealmirante Salvador Buhigas consiguió poner el colegio en pleno funcionamiento, aunque se vivían las consecuencias de la posguerra.
Alta demanda vocacional
La década del 60 dada la alta demanda de alumnos, se inaugura un colegio para hijos de Suboficiales (CHAS) - Nuestra Señora del Rosario -, que estuvo en funcionamiento hasta 1976 cuando se unificó con el Carmen.
De esta forma se destinaría el edificio del CHA (Nuestra Señora del Carmen) para los alumnos de Educación Primaria, ESO, internado de Bachillerato e internado complementario del curso preparatorio. La cocina y comedores, para ambos edificios, también queda en el edificio del «Carmen».
En el curso escolar 1983-1984, se incorporaron las primeras alumnas y en 1993-94 hubo alumnado femenino en todas las secciones y cursos del colegio.
En la actualidad el Colegio Huérfanos de la Armada - Nuestra Señora del Carmen, alberga todas las etapas educativas, desde Educación Infantil a Bachillerato, con una media de alumnos superior a los 700.
Ideario
- Todo ser humano tiene derecho a recibir una educación adecuada para el desarrollo de toda su personalidad.
- Los Padres tienen derecho preferente, respecto a otros educadores e instituciones, para elegir el tipo de educación que desean para sus hijos.
- El proyecto educativo del Colegio se inspira en una concepción cristiana del hombre y de la vida, a la luz de la doctrina Católica.