Sala Goya en el edificio Cibeles del Banco de España

Sala Goya en el edificio Cibeles del Banco de EspañaBanco de España

La colección de arte del Banco de España: el museo de Madrid que nació con un encargo a Goya

Desde su origen las piezas artísticas han sido elementos propagandísticos. Este conjunto muestra la historia del gusto y del poder nacional que entraba en la modernidad

Reputación y memoria son los dos principios rectores de la colección de arte del Banco de España. En sus salas encontraremos pintura, escultura, dibujo, fotografía, estampas y artes decorativas. Un total que supera las 1400 obras y que, pese a su calidad no recibe la suficiente atención, nos espera en la plaza de Cibeles y en otros rincones de Madrid. Sus fondos artísticos emprenden un recorrido cronológico desde el siglo XVI hasta la actualidad y destaca por representar a grandes artistas con profundidad como Goya, Madrazo, Sorolla, Pablo Palazuelo y Soledad Sevilla, entre otros.
Pese a la variedad de géneros artísticos que comprende, destacan los formatos bidimensionales, que permitían «la dignificación de los espacios de representación y de trabajo», como señala Yolanda Romero Gómez, conservadora del Banco de España. Las obras dialogan con los espacios para los que fueron adquiridas. Por ejemplo, los bodegones de Juan van der Hamen (Madrid, 1596 – Madrid, 1631) o los de flores de Juan de Arellano (Madrid, 1614- Madrid 1676) estaban destinados al comedor del banco en su sede fundacional en Cibeles.
Juan van der Hamen, Bodegón de frutas y dulces, c. 1621

Juan van der Hamen, Bodegón de frutas y dulces, c. 1621Banco de España

La actividad cultural que ofrece este conjunto artístico se enmarca en la labor de mecenazgo que el Banco de España realiza desde sus inicios que coincidió con la época de la Ilustración, aunque entonces se denominaba Banco Nacional de San Carlos. Entre los fondos de pintura antigua destaca el repertorio de retratos realizados por Francisco de Goya y Mariano Salvador Maella. Cabe destacar que Maella fue un pintor valenciano de éxito en la corte y que compartió con Goya el título de primer pintor del rey Carlos IV desde 1799.

Entre el mito y la realidad

Entre las curiosidades que encierra esta institución se encuentra la presencia del cuadro Carlos III con armadura, la imagen más representativa del Rey, que muestra cómo era el vertiginoso trabajo de los artistas en las centurias que precedieron al siglo XX. Al comienzo se mencionaba la función propagandística del arte y este es un célebre ejemplo, pues se trata de una versión posterior del modelo de retrato realizado por Anton Rafael Mengs, pintor y tratadista alemán considerado el padre del neoclasicismo. Por tanto, viene a indicar que las fórmulas que gustaban se volvían a encargar para colocar los lienzos en diferentes destinos.
Taller de Mariano Salvador Maella, Carlos III con armadura, 1783

Taller de Mariano Salvador Maella, Carlos III con armadura, 1783Banco de España

Por otro lado, se sabe con certeza que este retrato fue encargado a Maella en 1782. Sin embargo y para nuestra sorpresa, se conserva una carta de disculpa escrita por Maella con fecha del año siguiente que va dirigida al conde de Floridablanca, en quien nos detendremos más adelante, donde explica que encomendó su ejecución a un discípulo. Estudios posteriores han señalado que este pudo ser Ginés Andrés de Aguirre, según explica Manuela Mena, historiadora del arte y conservadora del Museo del Prado.
Este curioso cuadro recuerda que los grandes de la pintura no trabajaban solos, sino que tenían un taller compuesto por pintores con mayor o menor responsabilidad, que hacían determinadas partes del cuadro. También, podían encargarse por completo de la ejecución siguiendo los métodos de su maestro en los encargos menores si este se encontraba muy ocupado con otros trabajos. En cambio, la presencia de una carta de disculpa por este proceder es un hecho poco conocido.

La historia en pintura

Otro aspecto singular de la exposición de arte del Banco de España es la presencia de importantes retratos autoría de Goya. Estos encargos fueron, además, el inicio del coleccionismo de esta institución. Entre los más destacados se encuentra el que realizó al Conde de Floridablanca, promotor principal del Banco de San Carlos, pues se ha demostrado que fue el primer retrato de carácter áulico pintado por Francisco de Goya. Se trata de una composición de gran complejidad ejecutada con maestría y que contrasta con el minimalismo de sus etapas posteriores. Este esfuerzo vino a su vez determinado por el favor que el primer secretario de estado le estaba brindando en su carrera en la corte.
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Francisco de Goya, José Moñino y Redondo, I conde de Floridablanca, 1783.Banco de España

En el gran retrato sitúa al conde en el centro y junto a él en último término aparece un retrato de Carlos III con forma oval, uno de los numerosos elementos simbólicos de esta obra. Según destaca Mena, es un ejemplo «del cuadro dentro del cuadro de larga tradición europea». Además, al representar al monarca con armadura remite a que se encuentran en los momentos finales de la Guerra de Independencia estadounidense, a la guerra con Inglaterra, a la recuperación de Florida en 1782 y a la toma de Menorca en 1783. Se trata, por tanto, de una obra muy importante para la historia de la pintura.
Aunque no nos vamos a ocupar de detallar la labor de mecenazgo que el Banco de España realiza con artistas contemporáneos a nivel internacional, es de destacar el giro que en el siglo XXI ha dado en cuanto a la ampliación de sus colecciones. La presencia del arte contemporáneo en su colección se traduce en un 80 % del total de las obras que la componen. Sus adquisiciones más recientes, desde el año 2000, han estado impulsadas por un afán de sostener a artistas ligados a dos ámbitos geográficos con los que «mantiene una relación más estrecha: América Latina y Europa», tal y como la institución ha dado a conocer en sus diferentes publicaciones.
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