Primera biografía autorizada de Ignacio Echeverría, el «héroe del monopatín»

Primera biografía autorizada de Ignacio Echeverría, el «héroe del monopatín»

El «héroe del monopatín» tendrá su primera biografía autorizada mientras continúa su proceso de canonización

El próximo mes de marzo verá la luz la biografía de Ignacio Echeverría, asesinado por terroristas yihadistas en 2017 en Londres

El próximo mes de marzo saldrá a la venta la primera biografía autorizada de Ignacio Echeverría, más conocido como el «héroe del monopatín», asesinado junto con otras siete personas en el atentado yihadista de Londres del 3 de junio de 2017, después de lanzarse a socorrer a una mujer que estaba siendo atacada por terroristas.
El libro, editado por Palabra, se ha escrito a partir de entrevistas y testimonios de las personas que formaron parte de los 39 años de vida de Echeverría. Julia Moreno y Javier Segura son los autores de esta obra que prologan los padres de Ignacio, Joaquín Echeverría y Ana Miralles del Imperial, que han comenzado el proceso para la posible canonización de su hijo.
En enero del año pasado, el padre del «héroe del monopatín» informaba del inicio de la posible causa de canonización y explicaba que para este tipo de procesos son muy necesarios los testimonios de las personas que conocieron a Ignacio así como de las personas que «aun no conociendo a Ignacio, han visto en su vida y en su muerte, un ejemplo y una ayuda para mejorar la propia vida y la de los demás».
Tal y como recoge la asociación que lleva su nombre, Ignacio Echeverría «era un joven apasionado, con un profundo sentido de justicia y una vida dedicada a la defensa de los más vulnerables».
«Su coraje y desinterés se manifestaron cuando, sin pensarlo, se enfrentó a los atacantes armado solo con su monopatín para salvar a personas que no conocía», asegura esta organización que se dedica a difundir los valores de Ignacio -repudiar la injusticia, defender al débil, ser inconformista, buscar la superación personal y disfrutar de la vida- con el objetivo de «inspirar a la sociedad global, de manera universal y aconfesional, a emular su valentía y principios».
Echeverría fue condecorado a título póstumo pocos meses después de la tragedia con la llamada Distinción de los Tres Servicios que otorgan de forma conjunta los tres cuerpos de policía de Londres.
Por primera vez en la historia de este galardón tanto la Policía Metropolitana (MET), como la Policía Británica de Transporte y la Policía de la Ciudad de Londres acordaron por unanimidad premiar a Ignacio, un hecho sin precedentes.
En noviembre de 2019, Joaquín Echeverría publicó «Así era mi hijo Ignacio. El héroe del monopatín» (JdeJ Editores, Actitud de Comunicación en colaboración con la Fundación Víctimas del Terrorismo) .

El atentado

Una noche de sábado como cualquier otra, Ignacio Echeverría y dos amigos suyos volvían de pasar la tarde con sus tablas de skate y habían alquilado unas bicicletas para ir al mercado de Borough, al sur del Támesis, a cenar algo.
De camino, vieron a alguien tambaleándose, cerca del Puente de Londres, y pensaron que estaba borracho. Enseguida se dieron cuenta de que en realidad estaba herido y de que próximo a ellos había tres desconocidos atacando a puñaladas a una mujer y a un agente de policía, ambos en el suelo.
En ese momento, Ignacio se bajo de la bicicleta, cogió su monopatín y corrió hacia los agresores. Utilizó su madera con ruedas para golpear a los terroristas, que se volvieron en su contra y le apuñalaron por la espalda.
Aquella noche perecieron, víctimas de los yihadistas Khuram Butt, Rachid Redouane y Youssef Zaghba, a parte de Ignacio, otras seis personas: Xavier Thomas y Sébastian Bélanger, de origen francés; Sara Zelenak y Kirsty Boden, de Australia, la canadiense Christine Archibald y el británico James McMullan. Los perpetradores condujeron un vehículo por la acera del puente, atropellando a quien se cruzaba en su camino, para después apearse de este y apuñalar a numerosas personas en el mercado de Borough, el mismo al que Ignacio se dirigía con sus amigos.
El cuerpo del «héroe del monopatín» fue repatriado a suelo español tras su muerte y recibido con honores. El presidente del Gobierno en aquel momento, Mariano Rajoy, le condecoró con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y la Policía inglesa le concedió la ya mencionada distinción de los Tres Servicios por sus «extraordinarias acciones de valor» aquel 2 de junio. Incluso la Reina Isabel II reconoció su valentía al concederle la Medalla de Jorge, que sus padres fueron a recoger al palacio de Buckingham.
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