La intervención de Más Madrid que ha precipitado el choque entre Ayuso y García: «Firmaron sentencias de muerte»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha rechazado este viernes dar dos besos a la ministra de Sanidad, Mónica García, durante su saludo en la Conferencia de Presidentes. Una actitud que ha adoptado, por un lado, porque la dirigente madrileña no ha dado dos besos a ninguno de los presidentes ni ministros. «La presidenta da la mano para saludar, no dos besos. Saludó a todos», han explicado fuentes de su equipo.

Pero, además de esta cuestión formal, el escenario de fondo de esa negativa se encuentra en una intervención de ayer durante el Pleno de la Asamblea de Madrid, en la que una diputada de Más Madrid acusó al Gobierno regional de haber orquestado «un plan macabro» que condenaría a morir a «7.291 personas mayores en las residencias» y de haber «firmado sentencias de muerte» que condenaron a estas personas a morir «indignamente».

Unas acusaciones que pronunció la diputada Diana Carol Paredes Choquehuanca y que le valieron una llamada al orden del presidente de la Cámara autonómica, Enrique Ossorio. «Le llamo al orden, señora Paredes, porque ha dicho que ustedes ejecutaron sentencias, ¿pero usted qué se cree que es esto?», manifestó, lo que provocó las quejas de los diputados de Más Madrid.

Tras este episodio, Ayuso le ha preguntado a García, cuando esta ha intentado darle dos besos durante su saludo en la cumbre de presidentes en Barcelona, si todavía pretendía darle un beso a «una asesina» y le ha reprochado que la intervención de ayer en la Asamblea de su compañera de partido «no tiene un pase».

Los servicios de protocolo de la reunión se han visto obligados a separar a la presidenta y a la ministra cuando despachaban sobre esta cuestión, y esta última ha calificado después en sus redes sociales la reacción de Ayuso como «desproporcionada y reveladora», al tiempo que ha asegurado que ella «jamás» le ha llamado «asesina».

«He saludado a Ayuso con la educación institucional que corresponde. Su reacción ha sido desproporcionada y reveladora. Jamás la he llamado 'asesina'. Solo demuestra estar nerviosa por las imputaciones y cada vez más cercada por la investigación de los 7291 mayores abandonados en las residencias de Madrid», ha escrito la líder de Más Madrid en su perfil de X.