Manuel Cerrillo, del Cuerpo de Bomberos de Madrid, en la iglesia de la Paloma
Manuel Cerrillo, el bombero que bajará el cuadro de la Virgen de la Paloma: «No queremos ser héroes, queremos ser trabajadores»
Habiendo pasado casi la mitad de su vida en el Cuerpo de Bomberos, Cerrillo no recuerda que España hubiera atravesado una situación tan delicada debido a los incendios
Casi un medio siglo después, seguirá los pasos de su padre, quien también descolgó la imagen de la «patrona oficiosa de Madrid»
Estos son los horarios definitivos para las Fiestas de La Paloma
Con una España asolada por los incendios es como se presentan las fiestas dedicadas a la patrona del Cuerpo de Bomberos de Madrid. En torno a las 14:30 del 15 de agosto, uno de ellos, Manuel Cerrillo, se subirá a la escalera para bajar el cuadro —de casi 80 kilos— de la Virgen de la Paloma, ayudado por algunos de sus compañeros.
Presente en el atentado del 11M y en el incendio del Windsor, a sus 50 años continuará con una tradición con la que también cumplió su padre, quien le precedió en el oficio, hace casi medio siglo. «Lo llevo en la sangre, me pinchan y sale un camión de bomberos», decía Cerrillo a El Debate, quien se mostraba emocionado ante la responsabilidad de descolgar a la «patrona oficiosa de Madrid».
— ¿Qué significa para un bombero que le escojan para bajar el cuadro de la Virgen de la Paloma?
— Es un privilegio absoluto. Es una responsabilidad muy grande también para que todos los madrileños puedan disfrutar de ella, una vez que está en la calle, la saquen en procesión y la vean. Es un nerviosismo. Y la parte de bombero, como hijo, porque mi padre la bajó a finales de los 70. A nivel familiar es también una ilusión tremenda seguir sus pasos. Toda mi familia son bomberos, mis tíos, mi padre, mis primos. Lo llevo en la sangre. Si me pinchan, me sale un camión de bomberos.
— ¿En qué han consistido los preparativos?
— Hicimos un ensayo la semana pasada para que saliera todo bien. En este caso no puede haber improvisación. Pero claro, tengo que estar rodeado de compañeros. Un bombero solo no hace nada ni aquí ni en ningún sitio. Necesita un equipo que le acompañe a todo lo que hace.
Trabajadores y no héroes
— La fiesta llega en un momento delicado en toda España en lo que a los incendios se refiere...
— Es una pena, es una lacra. Le pido a la Virgen que nos eche un cable, que no haya más personas fallecidas. El bosque se regenerará, nos costará mucho, lloraremos mucho. Pero la persona que falte no se regenera. Sobre todo que no haya más heridos y que se apaguen, que se ponga a llover. Si no podemos con los medios que tenemos, que llueva, que caiga una tormenta, que apague todo, pero que nos eche un cable. Y por supuesto que a los compañeros que estén trabajando, que no les pase nada, que les doten del material que necesiten. Que las administraciones se den cuenta de que podemos ser todo lo que queramos, pero no queremos ser héroes, queremos ser trabajadores, que nos doten de material si no lo tienen, de material, de equipo y de formación.
Cerrillo no recuerda que España haya atravesado una situación tan crítica por los incendios
— ¿Recuerda alguna situación similar, con tantos incendios simultáneos?
— Con tantos focos a la vez, no. Me acuerdo, por ejemplo, de grandísimos incendios en Galicia durante muchos días que fueron tremendos. También hace unos años los grandes incendios de Portugal, pero en España de tener en Galicia, en Extremadura, en Zamora, en tantos sitios a la vez me parece algo increíble. Y los que empiezan y se apagan porque estos son grandes incendios porque se han desarrollado. ¿Cuántos conatos han sido capaces de apagar esa gente que se está ahora jugando el bigote evitando que pase esto? Estos fuegos no arrancan ardiendo 10.000 hectáreas, han arrancado ardiendo 100 metros. ¿Entonces, cuántos hay? No quiere decir que no haya habido una situación como esta, pero yo no lo recuerdo.
Físicamente, fue tremendo; psicológicamente, fue tremendo a posteriori porque en ese momento te pones una coraza
— Usted estuvo presente durante el atentado del 11M, ¿cómo recuerda aquel día?
— Nosotros llegamos a la calle Téllez desde el parque de Santa María de la Cabeza. Allí no había ningún tipo de información, prácticamente no sabíamos a qué íbamos hasta que llegamos y ya nos contaron. Nos enfrentamos a una situación para la que nadie está preparado. Nadie. Porque por suerte nunca había pasado y toquemos en madera de que nunca vuelva a pasar. Y bueno, hicimos todo lo que pudimos.
Físicamente, fue tremendo; psicológicamente fue tremendo a posteriori, porque en ese momento con los compañeros te pones una coraza y eres como indestructible. Pero cuando te la quitas, ahí es cuando sale la persona y te derrumbas. Fue duro para los equipos de emergencia, no quiero ni pensar para las personas afectadas, por supuesto. No nos podemos ni comparar con los heridos o fallecidos.
El amor por la profesión, manifestado desde muy pequeño, proviene de su familia
De padres a hijos
— ¿Cómo se tomaron en casa la noticia de que quería ser bombero?
— Yo desde pequeño siempre lo he querido ser. Se lo fueron tragando desde pequeñito. Mi padre, ya me decía «pues venga, a por ello». Y mi madre me decía «bueno, pues otro más». En casa estaban encantados y siempre diré que yo soy bombero gracias a mis padres, siempre he tenido su apoyo incondicional, sin preguntas, sin reproches. Si no podía trabajar en una época porque me tenía que poner a opositar, jamás ha habido un reproche, solo ayuda. Y yo ahora hago todo lo que hago gracias a mi familia, a mi mujer, a mis hijos. Solo puedo agradecerles a todos lo que yo soy ahora.
— Y su hija también quiere seguir sus pasos...
— Todo el apoyo que yo tuve, todo el apoyo que tendrá nuestro también. Mi mujer, no sé si estará tan contenta cuando nos vayamos ella y yo de guardia. Espero que sí. Es una broma. Y mi mujer estará encantada, seguro.
— Cuando esté bajando el cuadro de la Virgen, ¿qué le va a pedir? ¿De quién se va a acordar?
—Me acordaré mucho de mis padres, de los dos, que me faltan. Me acordaré de mi mujer y de mis hijos. Le pediré por todos mis compañeros y seguramente que se me olviden un montón de cosas. Pero bueno, la Virgen sabrá lo que estoy pensando y entonces me lo recordará.