El trabajo por el que se podría cobrar «hasta 5.000 o 6.000 euros al mes» en Madrid por la escasez de profesionales

Millones de jóvenes se forman en busca de un futuro estable: estudian grados universitarios, se especializan haciendo másteres, algunos se doctoran con la esperanza de tener un buen sueldo u otros optan por opositar para en busca de la estabilidad. Pero, ¿sabías que podrías ganar más dinero que un médico, un abogado o un arquitecto sin necesidad de formarte como ellos?

Las generaciones venideras han apostado fuerte por la formación académica para intentar afrontar su entrada al mercado laboral con la constante amenaza de la precariedad. Esta situación incierta también ayuda a que crezcan los ya altos porcentajes de desempleo juvenil en nuestro país, manteniéndose entre los países con mayor tasa de la eurozona.

El economista y profesor de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, asegura que «pronto veremos a yeseros cobrando entre 5.000 y 6.000 euros por falta de mano de obra en construcción».

Madrid se encuentra inmersa en un ambicioso proyecto desarrollo urbanístico, siendo Madrid Nuevo Norte uno de los proyectos clave. Ultimando los trámites previos para que ver la luz, las obras permitirán levantar más de 10.500 viviendas.

Este plan abarca una superficie de 3,3 millones de metros cuadrados, de los que más de un millón estarán destinados al uso residencial. Se calcula que generará más de 348.000 empleos y que su impacto sobre el Producto Interior Bruto (PIB) de la región se traducirá en una aportación de 12.000 millones de euros.

La falta de un relevo generacional en el sector de la construcción, uno de los motores económicos de España, va a provocar un gran déficit de trabajadores en áreas de la construcción como albañiles, fontaneros, electricistas o los yeseros, fundamentales tanto en el proceso de construcción como en la reforma, rehabilitación y mantenimiento de edificaciones.

Un cambio de mentalidad

El docente sostiene que el hecho de que los jóvenes partan «de un nivel de bienestar superior» y consideren que «ellos han cumplido con la sociedad, pero la sociedad no ha cumplido con ellos», hace que los jóvenes tengan expectativas desmedidas en el mundo laboral, impuestas en parte por las mejoras conseguidas por «nuestros padres y nuestros abuelos en los años sesenta y setenta», apunta Bernardos.

La consideración de estos trabajos como ‘de segunda categoría’ hace que estos empleos no parezcan atractivos y señala que no hay que abandonar la formación, sino estar abiertos a sectores con alta demanda.

El carácter imprescindible de este sector hace que la escasa oferta de estos profesionales desemboque en una demanda desorbitada. Bernardos asegura que «España va a ir mucho mejor», en parte gracias al progresivo aumento de la productividad a lo largo del siglo XXI y, sumado a la capacidad intrínseca del sector para generar empleo, hará que la gente vaya a cobrar «mucho más» en estos puestos de trabajo.