¿Cuál es el distrito más caro de Madrid para comprar una vivienda?

El precio de la vivienda en Madrid continúa creciendo un año más. Según el último informe de Tinsa by Accumin, el valor de la vivienda en la capital aumentó un 19,5 % interanual en el tercer trimestre, lo que supone una subida cercana al 20 % respecto al año anterior. Madrid está de moda, y esta creciente atracción provoca que cada vez más personas quieran vivir en la capital, impulsando aún más la presión sobre el mercado inmobiliario. Como resultado, el barrio de Salamanca se ha convertido en el más caro de toda España.

Desde Golden Partners, despacho de abogados especializado en real estate subrayan que «los datos más recientes confirman que el mercado residencial en Madrid mantiene una clara tendencia alcista, con un precio medio de la vivienda en la capital que ya supera los 5.700 euros por metro cuadrado, muy por encima de la media nacional. Distritos como Salamanca se sitúan cerca de los 9.950 euros por metro cuadrado, en máximos históricos, impulsados por una demanda sostenida tanto nacional como internacional». Según los letrados, «la combinación de una oferta limitada y un fuerte interés inversor está tensionando el acceso a la vivienda para los perfiles medios, mientras que los activos prime continúan consolidándose como valor refugio por su liquidez y estabilidad».

Salamanca líder en precios

El distrito madrileño de Salamanca lidera el ranking nacional de las zonas más caras para comprar vivienda, con un precio medio de 9.950 euros por metro cuadrado, según un estudio de idealista. Además, el distrito de Chamberí registra el mayor repunte de precios de todo el país, con una subida del 21,2 %, alcanzando un máximo histórico de 8.695 euros por metro cuadrado.

Este fenómeno no se limita únicamente a Madrid. En el resto de España también se observan incrementos significativos. La urbanización malagueña de La Zagaleta anota el mayor avance mensual del país, con un aumento del 3,4 %, que eleva su valor medio hasta los 7.944 euros por metro cuadrado.

Por provincias, Baleares domina el ranking nacional, al concentrar seis de los distritos más caros de España, impulsados por la constante demanda residencial internacional. Costa d’en Blanes, en el municipio de Calvià, ocupa la segunda posición del listado con 9.677 euros por metro cuadrado, mientras que Puerto de Andratx se sitúa en tercer lugar, con 8.921 euros.

Esta tendencia alcista se explica, en gran medida, por la inversión extranjera. El 67 % de la inversión inmobiliaria extranjera en España se concentra en la ciudad de Madrid, que además se posiciona como uno de los principales polos de empleo del país. El fuerte crecimiento poblacional experimentado tras la pandemia ha intensificado de forma notable la demanda de vivienda.

El problema de la vivienda

Es especialmente relevante analizar el impacto de la inversión extranjera en Madrid. A nivel nacional, el 13 % de las compraventas de vivienda corresponde a compradores extranjeros, mientras que en Madrid esta cifra ronda el 10 %. La denominada Golden Visa, que permite obtener la residencia mediante la compra de un inmueble por un valor mínimo de 500.000 euros, ha convertido al distrito de Salamanca en una zona de referencia para inversores extranjeros que buscan adquirir vivienda y acceder a la nacionalidad española.

Sin embargo, este desequilibrio plantea un problema grave. La subida descontrolada de precios no afecta únicamente a los barrios de lujo, sino también a las zonas más humildes. Usera ha registrado el segundo mayor crecimiento de precios de toda España, con un aumento del 19,4 %. Por su parte, Villa de Vallecas y Vicálvaro han incrementado sus precios un 9,8 % en ambos casos, situándose en torno al 10 %, a pesar de ser las zonas con las tasas más moderadas.

A esta presión se suma tanto la inmigración interna de ciudadanos españoles en busca de oportunidades laborales como la inmigración internacional, que ya representa el 20 % de la población. Ante la dificultad de acceder a la compra de vivienda, gran parte de esta población recurre al alquiler, lo que ha provocado también un fuerte incremento de los precios del arrendamiento.

Todo ello contrasta con la evolución de los salarios. Según Remitly, el salario medio de los madrileños solo ha crecido un 2 % respecto al año pasado, manteniendo una tendencia prácticamente plana desde hace una década. Mientras tanto, el precio de la vivienda avanza a ritmos cercanos al 16 % anual.

Esta desconexión entre salarios y precios inmobiliarios convierte la vivienda, un bien de primera necesidad, en un objetivo cada vez más inalcanzable, obligando a muchas personas a conformarse con alquilar habitaciones o a prolongar la convivencia con sus padres hasta edades avanzadas.