El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida junto con la nadadora Teresa Perales

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida junto con la nadadora Teresa PeralesEFE

Almeida pone en valor la «humildad» de San Isidro y ensalza a Madrid como «la vanguardia de España»

El Ayuntamiento de Madrid ha celebrado la festividad de su patrón con la entrega de medallas

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha puesto en valor la figura de San Isidro, patrón de la capital, en el día de su festividad. Durante el acto de entrega de medallas, el primer edil ha destacado que el santo madrileño «fue un hombre sencillo que no buscaba los focos y el protagonismo». Durante su discurso, ha remarcado la figura del Rey Felipe VI y ha descrito la capital como un «punto de encuentro» que «no impone sino que inspira».

En sus palabras, ha querido comparar a Madrid con su patrón, San Isidro Labrador, un campesino que hace nueve siglos cultivó las riberas del Manzanares y cuya figura representa valores que aún hoy definen el alma de la ciudad: esfuerzo incansable, humildad, generosidad, y una forma de ser que evita el protagonismo pero deja huella.

La referencia al santo sirve también para poner en valor aquello que, según Almeida, constituye la verdadera medida del progreso: la calidad de vida de los ciudadanos, la riqueza de los vínculos humanos y la capacidad de Madrid para integrar a todos en un mismo proyecto. «Desde los cafés hasta los laboratorios, pasando por teatros, universidades, centros de negocios o mercados, Madrid rebosa una energía que se percibe desde el primer momento», ha afirmado.

Almeida no ha querido dejar de lado los aspectos menos favorables de la ciudad. Ha reconocido que Madrid, como toda gran urbe, tiene sus imperfecciones, pero ha destacado que en ella las ideas encuentran terreno fértil y quienes se esfuerzan logran abrirse camino. Un escenario que, a su juicio, debe llevar a una mayor conciencia sobre el papel central que desempeña la capital en el contexto nacional.

José Luis Martínez-Almeida y Alberto Ruiz Gallardón

José Luis Martínez-Almeida y Alberto Ruiz GallardónEFE

«El deber de Madrid es ser el corazón de esos caminos invisibles que sostienen la convivencia, la vida en común y la unión de voluntades que constituyen una comunidad política», ha manifestado el regidor madrileño, convencido de que la capital debe seguir siendo ese punto de cruce.

La vocación de Madrid, ha proseguido Almeida, es la de actuar como espacio de encuentro donde las diferencias suman, no dividen; donde todas las aspiraciones pueden hallar un eco común. «No venimos a imponer, sino a inspirar; no buscamos ventajas, sino demostrar que una sociedad basada en la libertad, el esfuerzo y el respeto puede convivir y prosperar», ha señalado.

Almeida ha añadido que esta visión se ve reforzada por la figura del Rey Felipe VI, a quien ha descrito como símbolo de estabilidad y unidad. Ha elogiado su papel institucional, arraigado en los principios constitucionales, que sirve como guía para que Madrid proyecte una imagen de país que combine legado histórico y ambición de futuro. Sus palabras fueron recibidas con aplausos.

El Ayuntamiento de Cibeles ha acogido la celebración de San Isidro

El Ayuntamiento de Cibeles ha acogido la celebración de San IsidroEFE

Ese carácter de cruce de caminos no es nuevo, ha puntualizado, pero se renueva con cada generación. Madrid, ha dicho, es también un lugar que desborda sus propios límites, una ciudad abierta que recibe a quienes llegan desde otros países con el deseo de aportar, integrando sus historias en un proyecto común de apertura y convivencia.

Para cerrar su intervención, el alcalde ha asegurado que Madrid no rehúye los desafíos, sino que los afronta con creatividad y determinación. Y ha expresado su convicción de que la ciudad está preparada para liderar un nuevo impulso, convencido de que cuando Madrid da el primer paso, el resto del país la sigue.

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