Parador de Gredos, en la provincia de Ávila.

Parador de Gredos, en la provincia de Ávila.JUAN PORTONES

El Parador más antiguo de España, con casi un siglo de historia y donde se redactó la Constitución Española

Ubicado en la sierra de Gredos, este establecimiento de la red nacional de Paradores fue testigo de un encuentro clave que encauzó el rumbo de la democracia española

En el mes de marzo de 1978, cincuenta años después de ser inaugurado por el rey Alfonso XIII, el primer establecimiento de la red nacional de Paradores, en la sierra de Gredos, recibía a siete jóvenes políticos (cuatro de ellos menores de 40 años) que representaban a todo el espectro político: Gabriel Cisneros Laborda, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca, Manuel Fraga Iribarne, Gregorio Peces Barba, Miguel Roca Junyent y Jordi Solé Tura.

Los siete «padres» de la Constitución se enclaustraron en el Salón del Silencio del Parador para estudiar las más de mil enmiendas presentadas al borrador

Los "padres" de la Constitución en el Parador de Gredos.

Los «padres» de la Constitución en el Parador de Gredos.Paradores

Cuando la joven democracia española aún se abría camino y tras haber sido publicado en el Boletín Oficial de las Cortes el anteproyecto de la Constitución Española, los siete padres de la Constitución se enclaustraron en el Salón del Silencio del Parador para estudiar las más de mil enmiendas presentadas al borrador y redactar el proyecto definitivo de la Carta Magna de 1978. La histórica estancia fue desde entonces rebautizada como Salón de los Ponentes y una placa conmemorativa recuerda aquel momento clave en la Historia de España.

El primero de la red

El Salón del Silencio del Parador fue rebautizado como Salón de los Ponentes.

El Salón del Silencio del Parador fue rebautizado como Salón de los Ponentes.Paradores

El Parador de Gredos ubicado junto a Navarredonda de Gredos (Ávila), a solo dos horas en coche de Madrid, es por tanto uno de esos lugares donde la historia no solo se conserva, sino que se respira. Ubicado en lo alto de la sierra de Gredos, rodeado de pinares y gargantas de agua cristalina, ocupa un edificio sobrio y elegante que guarda más historias de las que aparenta. En la parte turística, este establecimiento marcó a finales de los años 20 del siglo pasado el inicio de una nueva forma de viajar en España: alojarse con encanto en lugares únicos, preservando la arquitectura y el entorno.

Un paraje de alta montaña

Terraza del Parador de Gredos.

Terraza del Parador de Gredos.Paradores

El Parador de Gredos se encuentra en el término municipal de Navarredonda de Gredos, en la provincia de Ávila. Fue construido para albergar las partidas de caza del rey y por tanto su ubicación no es casual: en plena naturaleza, pero accesible desde Madrid en poco más de dos horas. Desde su apertura se convirtió en un refugio tanto para cazadores como para quienes buscaban tranquilidad, aire puro y belleza serrana.

Rincón y placa de recuerdo en el Parador a los "padres" de la Constitución.

Rincón y placa de recuerdo en el Parador a los «padres» de la Constitución.Paradores

Construido a partir de elementos trasladados de la casa señorial de Villacastín, su recia arquitectura, de piedra y pizarra, esconde un confortable, sobrio y acogedor interior de inspiración castellana, en el que el acabado rústico de la madera crea espacios a la par nobles y acogedores, y convierte sus terrazas en espectaculares miradores a la sierra de Gredos.

Naturaleza, rutas y gastronomía

Habitación doble superior del Parador.

Habitación doble superior del Parador.Paradores

Más allá de su peso histórico, el Parador de Gredos es también un punto de partida ideal para explorar uno de los entornos naturales más espectaculares de la península. Desde aquí parten rutas de senderismo a través de bosques, gargantas, praderas y picos nevados.

Exterior del Parador de Gredos.

Exterior del Parador de Gredos.Paradores

El glaciar circo de Gredos y la Laguna Grande, accesibles tras una caminata de media jornada, son destinos a considerar para los amantes de la montaña. En primavera y otoño, la zona ofrece además un espectáculo de colores y aromas difícil de igualar. En el restaurante del Parador se puede disfrutar de la cocina tradicional abulense, con platos de cuchara, carnes de ternera de la sierra, migas, judías del Barco de Ávila y, por supuesto, un chuletón a la altura del entorno.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas