
Sharon Lane ha reservado para 15 años en el barco Villa Vie Odyssey
Una jubilada vende su casa para embarcarse durante 15 años en un crucero: «Es lo que siempre he querido»
La norteamericana Sharon Lane, de 77 años, ha vendido su casa y ha tirado de todos sus ahorros para dar varias vueltas al mundo a bordo del crucero residencial Villa Vie Odyssey
Cuando se acerca la edad de la jubilación es momento de hacer planes para esa etapa de la vida, muchos de los cuales tiene que ver con realizar algún viaje soñado, ya que, por fin, se puede disponer del tiempo libre necesario para ello. Sharon Lane, jubilada norteamericana de 77 años, ha llevado este plan a una de sus máximas expresiones. Según ha publicado el diario británico The Sun, Sharon ha cambiado su hogar de California por una vida en el mar a bordo del Villa Vie Odyssey, un crucero residencial que recorrerá el mundo durante más de una década.
Por su camarote interior Sharon ha pagado un precio inicial de unos 110.000 euros y paga además una tarifa mensual de aproximadamente 1.700 euros
Y lo ha hecho de una forma decidida, ya que ha vendido su casa y ha tirado de sus ahorros para poder hacer frente a los gastos de su viaje y a su estancia en el barco durante al menos 15 años, en los que dará la vuelta al mundo varias veces. «Es lo que siempre he querido», ha declarado Sharon a CNN Travel. «Me niego a pasar mis últimos años sentada frente a la televisión».
Apartamentos flotantes

El crucero Villa Vie Odyssey en el Caribe.
Sharon ha señalado que, en comparación con el coste de la vida en el sur de California, este formato «es una ganga». Para ella, lo más gratificante no es la cabina interior (que solo usa para dormir) sino pasar muchas horas en la cubierta, respirando el aire del mar, leyendo y socializando con otros viajeros de mentalidad afín. Por su camarote interior ha pagado un precio inicial de unos 110.000 euros y paga además una tarifa mensual de aproximadamente 1.700 euros, que incluye alojamiento, comidas, servicios básicos, entretenimiento y cuidados médicos esenciales.
Sharon ha señalado que, en comparación con el coste de la vida en el sur de California, este formato «es una ganga»
El Villa Vie Odyssey es un crucero diseñado específicamente para largas estancias, con camarotes que, más que habitaciones, se asemejan a pequeños apartamentos. El barco cuenta con restaurantes, gimnasios, espacios culturales, atención médica, piscinas y actividades diarias, ofreciendo a sus residentes las comodidades necesarias para llevar una vida plena en alta mar. El barco realiza asimismo escalas en puertos de todo el mundo, permitiendo a los pasajeros explorar destinos diversos sin las molestias tradicionales asociadas a los viajes prolongados.
Crucero residencial

Camarote interior del Villa Vie Odyssey.
Este modelo residencial marítimo atrae especialmente a jubilados con recursos económicos suficientes y ganas de romper con la rutina. El caso de Sharon Lane no es único. Otra pasajera conocida, Mama Lee (Leona Wachtstetter), lleva más de una década viviendo a bordo del Crystal Serenity con un gasto anual cercano a los 140.000 euros, mientras que el conocido millonario cubano-americano Mario Salcedo lleva desde el año 2000 residiendo prácticamente de manera permanente en cruceros de la compañía Royal Caribbean, que le ha apodado como Super Mario.

Piscina y hamacas en la cubierta del crucero.
El Villa Vie Odyssey se considera como «el primer barco permanente de cruceros vuelta al mundo». Enfocado como un crucero residencial, por su configuración y sus 180 metros de eslora tiene la capacidad de hacer escala en lugares del mundo a los que los barcos más grandes, que superan los 300 metros de eslora, no pueden acceder.

El Villa Vie Odyssey en los fiordos chilenos.
El barco entró en servicio en septiembre de 2024 y su itinerario incluye 425 destinos de 147 países, lo que supone alrededor del 75 % de las naciones del planeta. Las escalas son de dos días por puerto y su tarifa mensual cubre alojamiento, comidas, bebidas básicas (incluida una copa de vino con la cena), wifi, visitas médicas, servicio de habitaciones 24/7, limpieza semanal y lavandería quincenal. Quizá el plan de Sharon no es una mala idea…