El Parador ocupa un antiguo palacio de finales del XIX.
El bonito Parador que ocupa un antiguo palacio real junto a un santuario de fama milagrosa
Rodeado de un jardín espectacular, este alojamiento une la huella regia de Alfonso XIII con la cercanía de una iglesia célebre por los milagros atribuidos a su imagen de Cristo crucificado
Junto a las aguas del río Asón, en el margen derecho de la ría de Limpias, se alza el bonito Palacio de Eguilior, un edificio rodeado de extensos y cuidados jardines centenarios donde el rey Alfonso XIII encontró una residencia de verano perfecta para el descanso y la desconexión. Muy cerca de este coqueto recinto de Cantabria, hoy convertido en Parador Nacional, a un corto paseo en pie, está el Santuario del Santo Cristo de la Agonía, que alberga la imagen del conocido como Cristo de Limpias, en el pueblo homónimo.
El rey Alfonso XIII encontró en este rincón de Cantabria una residencia de verano perfecta para el descanso y la desconexión
Este santuario es hoy un importante centro de peregrinación por la leyenda que acompaña al Cristo de Limpias, o Cristo de la Agonía, que narra los sucesos milagrosos que ocurrieron alrededor de esta talla policromada en el pueblo entre los años 1919 y 1921. Según los testimonios, el Cristo movía los ojos, sangraba y sudaba. Además, se decía que esta imagen ya había detenido un maremoto en Cádiz en el año 1755, antes de que fuera trasladada a Limpias por un hidalgo y se convirtiera en un símbolo de prodigios y fe.
Aire señorial
Escalera de castaño del Parador de Limpias.
En este rincón de Cantabria oriental se puede por tanto compaginar la visita a este santuario de fama milagrosa con la estancia en el Parador de Limpias, que conserva el aire elegante de las grandes casas señoriales de comienzos del siglo XX. Un aire señorial que se percibe nada más traspasar su puerta principal y contemplar la monumental y elegante escalera de castaño, su artesonado y la gran vidriera. Su espacioso vestíbulo anticipa un ambiente tranquilo y un alojamiento acogedor.
Un palacio con historia real
Los jardines del Parador de Limpias son espectaculares.
El Palacio Eguilior o del Conde Albox fue construido a finales del siglo XIX. Su carácter distinguido y el extenso arbolado que lo abraza llamó la atención de la familia real española, que lo consideró idóneo como lugar de descanso del monarca Alfonso XIII, quien disfrutó aquí de la tranquilidad del valle del Asón y de la cercanía de la costa cántabra.
Desayuno en habitación doble superior del Parador.
Reformado y convertido en Parador Nacional, hoy combina el porte señorial de antaño con unas zonas más modernas, habitaciones confortables y cálidas, pista de tenis y pádel, una piscina de temporada, restaurante especializado en la gastronomía cántabra y salones para celebraciones familiares y de empresa.
Parador con fantasma
El de Limpias es otro Parador con leyenda de fantasmas y presencias. Se dice que hay tres habitantes que no han querido abandonar este edificio de finales del siglo XIX: Margarita, su hijo y uno de los sirvientes de Manuel de Eguilior, quien encargó la construcción de este edificio y que, además, era el tío de Margarita. Esta joven aficionada al piano dejó este mundo a los 29 años tras sufrir una pulmonía, temprana edad para abandonar este mundo, por lo que parece ser que optó por seguir en espíritu recorriendo la escalera y los pasillos del Parador de Limpias.
El Cristo de Limpias y su fama milagrosa
Interior de la iglesia de San Pedro con el Cristo de la Agonía.
A pocos metros del Parador de Limpias se encuentra el principal atractivo de esta localidad cántabra, la iglesia de San Pedro, que alberga la imagen del Cristo de la Agonía, más conocida popularmente como el Cristo de Limpias, cuya historia de prodigios se remonta a 1700, cuando la talla del Crucificado estaba en la iglesia de los Padres Franciscanos de Cádiz. Tras unas inundaciones, la imagen del Cristo pasó al oratorio de Don Diego de la Piedra, caballero profeso de la Orden de Santiago y natural de Limpias, que la llevó a su localidad natal.
Santuario del Cristo de Limpias.
Fue a principios del siglo XX cuando a esta talla se le atribuyen movimientos de ojos, cabeza y boca que fueron presenciados por miles de fieles, lo que convirtió al templo en un centro de peregrinación de gran fama en toda España. Aunque las explicaciones científicas han intentado dar respuesta al fenómeno, el lugar mantiene su halo de misterio y sigue recibiendo visitantes que acuden tanto por devoción como por curiosidad.
Naturaleza y escapadas cercanas
Playas y costa de Laredo (Cantabria).
El Parador de Limpias no solo ofrece esta combinación única de historia y espiritualidad. Su ubicación lo convierte en un excelente punto de partida para recorrer la Cantabria oriental. Muy cerca se pueden visitar pueblos como Laredo, donde está La Salvé, una de las playas más extensas y hermosas de la región con su inmenso arenal de cinco kilómetros, o Santoña, que ostenta el título de cuna de las anchoas en aceite de oliva y cuenta también con la bella, cercana y medio salvaje playa de Berria.
Y quienes quieran completar la experiencia milagrosa, no muy lejos está el Santuario de la Bien Aparecida, en el término municipal de Ampuero, donde la leyenda dice que una imagen de la Virgen se apareció a unos niños y hoy la Aparecida es patrona de la Comunidad cántabra. Un lugar precioso de visitar y que merece su propia entrega. También en el entorno de Limpias la oferta cultural se extiende a las cuevas prehistóricas de Covalanas y Mirón.