Vista de las pirámides de Guiza desde el Marriott Mena House de El Cairo.
El maravilloso hotel junto a las pirámides donde han estado los Reyes de España en su visita a Egipto
Fue el lugar favorito de la aristocracia británica del siglo XIX y búnker diplomático de la política mundial en el XX. Su ubicación junto a las pirámides de Guiza no puede ser más espectacular
Acondicionado para agasajar a la emperatriz Eugenia durante la inauguración del Canal de Suez, el Marriott Mena House ha sido el escenario de la cena privada ofrecida por el presidente egipcio a los Reyes de España. Un clásico lleno de historia con las mejores vistas a las grandes pirámides de Guiza.
Según ha trascendido, los Reyes Felipe y Letizia cumplieron su sueño de ver anochecer junto a la gran pirámide de Keops
La cena privada que el presidente Al Sisi ofreció a los Reyes de España a los pies de las pirámides resonaba con ecos de otra visita ilustre. En 1869, con motivo de la inauguración del Canal de Suez, el jedive Ismail amplió y acondicionó un modesto y antiguo pabellón de caza que utilizaba de cuando en cuando, situado de manera privilegiada a tan solo 800 metros del impresionante complejo de la necrópolis de Guiza, para convertirlo en un pequeño palacete digno de la realeza europea.
Hotel de leyenda
Habitación con vistas a las pirámides del Marriott Mena House.
Todo era poco para agasajar a la granadina convertida en emperatriz de Francia, para la que incluso mandó abrir una carretera especial que hiciera más cómodo su traslado desde la vecina ciudad de El Cairo, donde se hospedaba. Así nació la leyenda del Mena House, hoy convertido en hotel mítico y ahora escenario de una nueva página de la historia real donde, según ha trascendido, los Reyes Felipe y Letizia cumplieron su sueño de ver anochecer junto a la pirámide de Keops, la mayor y más antigua, la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que hoy se conserva.
Exotismo oriental y confort británico
Estancia del Marriott Mena House.
Al cabo de unos años de aquella ilustre visita, el pabellón pasó a manos privadas británicas, como residencia privada, y comenzaron sus distintas vicisitudes. En 1886 se transformó en hotel con un nombre solemne, Mena House, en honor al faraón que unificó el Alto y el Bajo Egipto. Aquella residencia se convirtió en un resort singular de propiedad inglesa, mezcla de exotismo oriental y confort británico. A las mashrabiyas, mosaicos y puertas talladas se sumaron chimeneas victorianas, un césped importado desde Inglaterra, un club social, iglesia anglicana, oficina de correos y la primera piscina moderna del país.
En 1886 el pabellón de caza se convirtió en un resort singular de propiedad inglesa, mezcla de exotismo oriental y confort británico
El golf, el croquet y las pistas de tenis completaban el catálogo de entretenimientos muy del gusto de los british que huían de las islas en su búsqueda de esa eterna primavera y en este caso nada menos que a los pies de las joyas del mundo antiguo que tanto apreciaban.
Huéspedes ilustres
La piscina del hotel es un oasis de palmeras.
Por sus habitaciones y terrazas pasaron nombres ilustres del turismo elegante: el príncipe de Gales (futuro Eduardo VIII), el escritor Arthur Conan Doyle, el novelista William Faulkner, y posteriormente estrellas de Hollywood como Charlton Heston y Roger Moore. Todos contribuyeron a consolidar la leyenda de un hotel que parecía un oasis ajeno al tiempo y a la realidad… hasta cierto punto.
En 1943 fue sede de la Conferencia de El Cairo a la que asistieron Roosevelt, Churchill y el líder chino Chiang Kai-shek
La llegada del siglo XX lo convirtió también en un lugar de decisiones estratégicas, un escenario de encuentros que marcarían el rumbo del mundo. En 1943 fue sede de la Conferencia de El Cairo, donde Roosevelt, Churchill y el líder chino Chiang Kai-shek definieron la estrategia aliada en Asia y el futuro de Corea y Manchuria. En 1977, fuertemente blindado, sus salones acogieron las conversaciones preliminares entre Sadat y Begin que desembocarían en los Acuerdos de Camp David. De resort colonial a búnker diplomático, el Mena House condensaba así el glamour del turismo de lujo con la gravedad de la política mundial.
Un atardecer único
Vista de las pirámides al anochecer desde el Marriott Mena House.
Sucesivamente se fue ampliando y modernizando y entre 1972 y 2013 estuvo gestionado por la cadena india Oberoi. Desde 2015 opera como Marriott Mena House, y por su privilegiada situación y esa situación de resort a pocos minutos del barullo cairota, es una de las direcciones más solicitadas. Su ala histórica, el Palace Wing, permanece cerrada a la espera de reabrir como JW Marriott, una de las marcas más lujosas del gigante estadounidense que lleva precisamente el nombre de su fundador, el legendario John Willard Marriott.
Esta futura parte del hotel engrosará la oferta de establecimientos del máximo nivel en un momento en que, con aperturas como la del Four Seasons y la llegada de otras enseñas internacionales, Egipto vuelve con fuerza a los grandes circuitos turísticos. El gran acontecimiento más esperado, sin embargo, es la apertura oficial del Gran Museo Egipcio, prevista para el 1 de noviembre de 2025. El Cairo vuelve con fuerza a la geografía para sibaritas.