Habitación del hotel más frío del mundo.
El hotel más frío del mundo, un palacio de hielo para dormir a temperaturas bajo cero
En el corazón de la Laponia sueca, a 200 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, se alza el hotel más frío del mundo: el Icehotel de Jukkasjärvi.
Para conocer este hotel (o más bien este gran iglú) hay que viajar hasta Jukkasjärvi, un pueblo de Suecia situado 200 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico. El pueblo sami llama a este lugar Čohkkiras, que significa «punto de encuentro». En Jukkasjärvi apenas viven unos cientos de habitantes, con la particularidad de alberga más perros que humanos. Debido a su tamaño y ubicación, no es el mejor lugar para quedarse a pasar la noche en invierno, pero hay una excepción que tiene muchos adeptos: el hotel de hielo y nieve.
En Jukkasjärvi apenas viven unos cientos de habitantes, con la particularidad de alberga más perros que humanos
Porque ahí, en el corazón de la Laponia sueca, a orillas del río Torne, se levanta cada invierno un hotel único en el mundo. Sus muros, techos y hasta las camas están hechos de hielo y nieve. Es el Icehotel de Jukkasjärvi, considerado el primero de su clase y uno de esos lugares que parecen sacados de una película. Dormir aquí significa aceptar un desafío: pasar la noche en una habitación con temperaturas de entre 5 y 8 grados bajo cero, independientemente de lo que marque el termómetro en el exterior.
Dormir sobre hielo (y no pasar frío)
Entrada al hotel de hielo y nieve en Jukkasjarvi (Suecia).
El Icehotel abrió sus puertas en 1989 y, desde entonces, cada temporada vuelve a construirse con bloques de hielo extraídos del cercano río Torne. Lo que en primavera se derrite y regresa a la naturaleza, en invierno se transforma en un palacio helado. Esta condición efímera es parte de su magia: el hotel nunca es exactamente igual de un año a otro.
Las habitaciones cuentan con camas talladas en grandes bloques de hielo, cubiertas con pieles de reno y sacos de dormir térmicos capaces de mantener el calor corporal. La experiencia, lejos de ser incómoda, resulta sorprendentemente acogedora. El silencio absoluto, la penumbra azulada y la temperatura constante hacen que muchos huéspedes describan la noche como «la más inolvidable de sus vidas».
Arte efímero
Corredor del hotel que lleva a su capilla.
Cada invierno, artistas de todo el mundo llegan hasta Jukkasjärvi para esculpir las suites temáticas. Hay habitaciones que parecen catedrales góticas y otras que recrean bosques encantados o escenarios futuristas. Obras de arte efímero que solo existirán unos meses y que convierten cada estancia en un museo viviente del hielo. El hotel cuenta además con un bar helado y con su propia capilla, donde se celebran muchas bodas.
Una experiencia ártica
Habitación del hotel.
A la aventura de dormir bajo cero se suman actividades en la Laponia que completan el viaje. Desde safaris en moto de nieve y paseos en trineo tirado por huskies hasta la observación de auroras boreales, que en estas latitudes regalan algunas de sus mejores coreografías. Tras la noche helada, nada mejor que entrar en calor en una sauna o disfrutar de una cena a base de reno, salmón y bayas locales.
También en verano
El bar helado del hotel.
Desde hace unos años, el complejo cuenta con el Icehotel 365, una sección abierta todo el año que se mantiene gracias a un sistema de refrigeración alimentado con energía solar. Así, incluso en julio es posible dormir en una suite de hielo mientras afuera brilla el sol de medianoche.
Cómo llegar y cuánto cuesta
Pueblo de Jukkasjärvi, en la Laponia sueca.
El Icehotel se encuentra en Jukkasjärvi, a unos 17 kilómetros de Kiruna, la ciudad más septentrional de Suecia, a la que se llega en avión desde Estocolmo. La estancia en una habitación de hielo parte de unos 500 euros la noche, aunque también existen cuartos cálidos convencionales para combinar la experiencia.