El «semáforo del matrimonio»: el test que ayuda a descubrir cómo está tu relación de pareja

El amor nunca se apaga de golpe, ni «se acaba de tanto usarlo», como cantaba la copla. La mayoría de las veces va sufriendo un desgaste progresivo, que deja por el camino señales de alarma.

Unas alertas que, si no se atienden, terminan volviéndose serias grietas que pueden terminar por erosionar la unión del matrimonio y derribar el edificio de la familia.

La falta de comunicación, la monotonía, el cansancio, los roces de la convivencia, los malentendidos, las faltas de respeto, las crisis económicas o las diferentes necesidades afectivas pueden ir desgastando la relación sin que la pareja lo note. Y por eso, «detenerse a evaluar cómo estamos como esposos no es un signo de debilidad, sino de madurez».

Es la premisa de la que parte la plataforma familiar Lafamilia.info, que ha elaborado el «Semáforo del matrimonio», una herramienta práctica y sencilla «que permite identificar el estado actual del vínculo: si aún conserva la fuerza del verde –con amor, cuidado y disposición–; si ha entrado en una zona amarilla que requiere atención; o si ya se encuentra en el rojo, donde la relación está pidiendo auxilio».

«Reconocer en qué punto se está es el primer paso para reencender la conexión y recuperar la alegría de estar juntos», explican sus creadores.

Para saber en qué fase está una pareja, el semáforo un test que permite identificar cuáles son «las luces» que iluminan el día a día de la relación.

Verde: amor que sigue vivo

«Las luces verdes representan lo mejor del matrimonio: la confianza, el respeto, la comunicación sincera y el deseo de cuidar al otro. Significan que el vínculo se mantiene sano, que hay disposición para escucharse, apoyarse y resolver los conflictos sin herirse», indican.

Cuando predominan los verdes, «la relación goza de buena salud. Pero esto no quiere decir que no necesite mantenimiento. El amor crece si se alimenta: con tiempo compartido, con detalles, con perdón, con dedicación e intención. Cuidar los momentos simples (una conversación sin prisa, una cena juntos, una palabra amable) es la mejor manera de mantener encendida la luz verde», apuntan.

Amarillo: señales de precaución

Como en los semáforos de la vida real, las luces ámbar «son esas luces que advierten que algo no anda del todo bien. Quizás hay discusiones frecuentes, distancia emocional, falta de tiempo en pareja o resentimientos no resueltos. No significan que todo esté perdido, pero sí que es hora de hacer un alto y actuar».

En este caso, «si no se atienden las señales, pronto se inclinarán hacia lo rojo. El peligro está en la indiferencia, en creer que 'todo está bien' o que 'ya se pasará solo'. En cambio, reconocer las dificultades y buscar ayuda –con diálogo, acompañamiento o asesoría– puede transformar ese amarillo en una oportunidad de crecimiento».

Rojo: señales de peligro

Las parejas que se topan con las luces rojas «tocan lo más profundo de la relación: la confianza, la fidelidad, el respeto o la comunicación». Así, «cuando hay heridas no perdonadas, indiferencia, desamor o incluso maltrato, el matrimonio entra en una zona crítica. Ignorar esta realidad sólo agrava la situación».

Eso sí, «el rojo no siempre significa que todo se acabó, pero sí que se necesita una intervención seria». En este caso, «es momento de detenerse, pedir ayuda profesional, abrir el corazón y decidir si ambos están dispuestos a reconstruir. Muchas parejas han logrado salir del rojo cuando hay humildad, compromiso y deseo sincero de sanar», apuntan.

El test del «Semáforo del matrimonio»

El test del «Semáforo del matrimonio»

Los creadores del test recomiendan responderlo de manera individual, y luego compartir los resultados con el cónyuge. Aunque puede haber luces de diferentes colores, lo importante es saber cuáles son las mayoritarias y cómo corregir las que aparezcan en amarillo o rojo.

«Conocer en qué color está su relación os ayudará a actuar a tiempo y a fortalecer el vínculo», explican.

«No existen matrimonios perfectos, pero sí parejas que eligen cuidarse y reinventarse cada día. El semáforo del matrimonio no pretende juzgar, sino iluminar el camino: mostrar dónde estamos y hacia dónde podemos avanzar», concluyen los creadores del test.