Iñigo Onieva y la joven a la que besa en el festival
Traición en el entorno de Iñigo Onieva: ¿quién filtró el vídeo de la infidelidad?
Todo apunta a que las imágenes fueron difundidas por una persona del entorno del empresario, testigo de otras deslealtades hacia la marquesa de Griñón
¿Casualidad o movimiento perfectamente orquestado? Las imágenes de Iñigo Onieva besando a otra mujer se hicieron públicas tan solo 24 horas después del anuncio de su compromiso con Tamara Falcó. El festival Burning Man se celebró en Nevada del 28 de agosto al 5 de septiembre, por lo que los vídeos se podrían haber filtrado mucho antes.
Las primeras informaciones apuntan a que el vídeo ha sido difundido por una persona del entorno íntimo del empresario del ocio nocturno, quien ya había sido testigo de otras infidelidades de él hacia la marquesa de Griñón y al ver el anuncio de compromiso decidió dar este paso.
El móvil de Tamara fue hackeado el viernes por la tarde. Alguien se encargó de que viera las imágenes, al igual que todos sus contactos de WhatsApp, colocando el vídeo en sus estados. En ese momento se encontraba practicando deporte con su novio y aunque trató de resetear el móvil, las imágenes ya habían sido vistas por todos sus contactos de la agenda.
Onieva en un primer momento se negó a reconocer los hechos e incluso declaró ante la prensa que había alguien que les quería hacer daño con la difusión de estos vídeos que él se atrevió a fechar en 2019, una mentira que en seguida era desmontada.
La sombra de la infidelidad ha planeado sobre la pareja desde el principio. Comenzaron a salir en el verano de 2020 y en seguida, surgieron los primeros comentarios de que Iñigo había sido visto en compañía de distintas mujeres. Tras la apertura de la discoteca Lula en la Gran Vía madrileña, varios testigos aseguran que coqueteaba con diferentes jóvenes en los reservados. El local abrió sus puertas el pasado mes de diciembre bajo la batuta de Onieva y su socio Pablo Marín. A la inauguración no faltó la marquesa de Griñón.
Isabel Presyler nunca vio con buenos ojos esta relación, pero tampoco podía pedirle a su hija que rompiera puesto que estaba enamorada. La pareja tenía aficiones e inquietudes muy diferentes y llegaron a un acuerdo por el que Tamara le acompañaría los viernes a la discoteca y él a misa los domingos. Su último verano ya evidenció sus diferentes preferencias; Tamara peregrinó al santuario de Virgen de Medjugorje, en Bosnia, y él viajó a Ibiza.
El noviazgo está roto y Tamara ha pedido a su expareja que recoja sus pertenencias del piso que ella tiene alquilado cerca de la calle Génova. La hija de Isabel Preysler reaparece este martes en el photocall de la empresa inmobiliaria Kronos Home. Abandona su encierro en la casa de Puerta Hierro. La vida continúa.
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