La cantante Shakira, con sus hijos Saha y Milan, en Miami
Así será la nueva vida de Shakira en Miami con sus hijos: de su mansión a sus grandes apoyos
Está previsto que la colombiana ponga rumbo a Florida junto a sus hijos una vez pasadas las fiestas navideñas, según el acuerdo con Gerard Piqué
La vida de Shakira y Piqué está a punto de dar un giro de 180 grados gracias al reciente acuerdo al que ambos han llegado en relación a la custodia de sus hijos, Milan y Sasha. Fue el pasado lunes cuando la cantante y el exfutbolista se reunieron, por quinta vez, para tratar de determinar el futuro de los niños. Nadie esperaba que esto fuese a suceder, pero, tras más de diez horas de negociaciones en el domicilio familiar en el que todavía sigue viviendo la artista, ambos lograron acercar posturas.
Tanto es así, que, dejando a un lado sus constantes diferencias, llegaron a un acuerdo que, al parecer, ha resultado más ventajoso para la artista que para el catalán, pues ha sido él quien ha terminado cediendo, permitiendo así que la barranquillera se mude con sus hijos nada más y nada menos que a Miami, donde posee una espectacular mansión a la que no le falta detalle. La única condición que el exdefensa del F.C. Barcelona habría puesto es que no abandone España hasta pasadas las navidades, lo cual da a entender que será a principios de 2023 cuando la cantante de Te Felicito inicie, por fin, su nueva vida fuera del continente europeo.
Juntos se instalarán en el que ella siempre ha considerado su hogar, una casa de 750 metros cuadrados ubicada en North Bay Road Drive, una de las zonas más elitistas de Miami Beach, que cuenta con seis dormitorios, siete baños, un gimnasio, varias zonas ajardinadas y una enorme piscina ubicada en el exterior, donde también se encuentra un muelle privado que le brinda a la artista la posibilidad de salir a navegar de manera discreta siempre que quiera. Además, tiene habilitada una zona de billar y varias de relax, y, por si esto fuera poco, cabe destacar que la mayoría de las estancias están dotadas con amplios ventanales que permiten la entrada de más luz natural. Una mansión que, sin duda, reúne todo lo necesario como para que Shakira pretenda convertirla en su lugar de residencia oficial.
La mansión de Shakira en Miami
Fue construida en 1951, pero al comprarla en 2001, Shakira decidió reformarla hasta hacer que todo estuviera a su gusto. Por ella pagó 3 millones de euros sin contar las reformas, aunque lo cierto es que, en la actualidad, el inmueble alcanza un valor de mercado superior a los 10 millones de euros. Intentó venderla en 2018, pero ahora todo parece apuntar a que prefiere conservarla e incluso instalarse en ella, al menos, durante su primera etapa en Miami.
Allí, además de pasar tiempo de calidad junto a los suyos, lo más probable es que la colombiana también aproveche su estancia para centrarse en sus compromisos profesionales, la mayoría de ellos enfocados al mundo de la música, y, como no podía ser de otra manera, disfrutar de planes de lo más apetecibles en compañía de sus más amigos, ya sea una intensa jornada de playa, una buena fiesta en algún local de la zona, o incluso un día en alta mar marcado por el relax.
Cabe destacar que, aparte de su familia materna, en Miami Shakira también conserva buenas amistades como la que mantiene con el cantante Alejandro Sanz, considerado como uno de sus principales apoyos en este tormentoso proceso de separación en el que se adentró tras poner fin a su ruptura con Gerard Piqué. Es cierto que hace tiempo que el cantante se desprendió de su mansión en Florida, pero sabemos que, en todo este tiempo, el artista ha seguido visitando el paradisiaco lugar, lo cual hace pensar que allí también tendrán ocasión de reencontrarse con bastante frecuencia. Además, yéndose a Miami, la colombiana también estará mucho más cerca de otros de sus íntimos amigos como Chris Martin y Juan Luis Guerra.
En definitiva, está más que comprobado que, para ella, todo son ventajas, de ahí que todo lleve a pensar que nunca se arrepentirá de esta decisión que tanto tiempo lleva rondando en su cabeza. Ahora ya sí, empieza la cuenta atrás.
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