El Príncipe de Gales y su hijo, el Príncipe Jorge
Polémica en Reino Unido por el internado al que quieren mandar al Príncipe Jorge
La posibilidad de que no se forme en Eton y asista a un centro de educación mixta ha generado un revuelo mayúsculo
Carlos III tenía 13 años cuando, en mayo de 1962, ingresó en un remoto internado escocés, llamado Gordonstoun, del que no guarda buen recuerdo. Más agradable resultó el paso de su hijo, el Príncipe Guillermo, por las elitistas aulas de Eton, donde se han instruido los cuadros dominantes de la sociedad británica. En cambio, el Príncipe Harry nunca encajó allí. «No fue la elección correcta». Ambos centros privados eran exclusivamente para chicos. La posibilidad de que el Príncipe Jorge se forme en un internado en el que no se diferencie la escolarización por sexo ha generado un revuelo mayúsculo en la prensa y opinión pública.
La Princesa de Gales ha visitado en dos ocasiones su antigua escuela, Marlborough College, levantando las sospechas de que su hijo mayor podría seguir sus pasos y matricularse en este centro mixto de Wiltshire, en lugar de Eton. El Palacio de Kensington ha declinado hacer comentarios sobre la educación del heredero.
Marlborough College es un internado que cuesta 47.000 libras anuales y acepta alumnos a partir de los 13 años, lo que equivale al noveno año en el sistema escolar inglés. Inicialmente evalúa a los niños para su ingreso cuando están en el curso seis, en el que se encuentra el Príncipe Jorge, de 10 años. Actualmente estudia en el colegio Lambrook, en la campiña de Berkshire.
Los Príncipes de Gales, con sus tres hijos
En octubre, la Princesa de Gales reveló que había estado ayudando a su hijo mayor a prepararse para los exámenes de la escuela secundaria: «George está apenas comenzando a hacer los exámenes. Él dice: 'Mamá, me siguen haciendo pruebas todo el tiempo'».
La opinión de Kate
Si bien muchas escuelas han avanzado hacia el internado flexible, en el que los alumnos solo pernoctan un par de veces a la semana, en Marlborough los internos permanecen allí todos los días de la semana, con excepción de algún fin de semana o festivo.
La Princesa de Gales se muestra en contra de las escuelas diferenciadas como Eton y, según informan los medios británicos, «las odiaba absolutamente». Su tiempo en Downe House, un internado para niñas en Berkshire, le resultó una auténtica pesadilla. Sin embargo, fue feliz en Marlborough, donde destacó académicamente y se desenvolvió bien en deportes, incluidos hockey y tenis.
«Lo más inteligente que Kate ha hecho en algún tiempo es romper con la tradición, rechazar el concepto de escolarización diferenciada por sexo y contemplar la posibilidad de dejar a su hijo mayor, el príncipe Jorge, durante toda su adolescencia, con y entre las chicas», reflexiona Kevin Maher, The Times.
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