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La Princesa Leonor, durante la Pascua Militar de 2024GTRES

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El contratiempo que marcó la última celebración de la Princesa Leonor en la Academia Militar

El pasado martes día 20 de febrero la Academia Militar de Zaragoza amanecía con un ambiente de júbilo. La institución celebraba su aniversario número 142 y todo estaba dispuesto para festejarlo como la ocasión merecía. Con una solemne ceremonia en la que participaron todos los cadetes y profesores bajo la atenta mirada de otros invitados, como antiguos alumnos, personalidades civiles o los propios familiares de los estudiantes.

Era inevitable que la Princesa Leonor se convirtiera en protagonista del día, no solo por su importantísimo futuro como jefa de los tres Ejércitos, sino también por la distinción con la que se le reconoció debido a su esfuerzo y dedicación durante el primer trimestre. Sin embargo, finalmente fueron otros los cadetes que se llevaron todas las atenciones. Y no por una buena causa, precisamente.

Tal y como informaba el Heraldo de Aragón en su edición digital, el día amanecía completamente despejado y el sol de mediodía unido a los uniformes de gala que vestían los alumnos durante su formación, terminó por indisponer a varios de los cadetes, que tuvieron que ser apartados y atendidos debido al inesperado calor que marcó la jornada.

Una vez superado este bache, y teniendo en cuenta que el mismo digital describía los momentos previos a la ceremonia marcados por los cánticos militares de los asistentes –que no dudaban en golpear las culatas de sus fusiles al ritmo de la música–, todo apunta a que la jornada continuó con normalidad y la celebración continuó sin mayor incidencia.

Tras esta importante jornada, la AGM de Zaragoza ya ha retomado su rutina normal, pero no durará mucho para Leonor y sus compañeros de curso. En apenas unos días, el 11 de marzo, el grupo de futuros militares se enfrentará a unos nuevos días de instrucción. Jornadas marcadas por un entrenamiento ‘de campo’ en el que se enfrentan a condiciones mucho más extremas y cercanas a la realidad de un día a día de servicio en según que misiones, llegando a hacer prácticas con armas de fuego, expediciones en terrenos no conocidos y durmiendo fuera de las ya de por sí sencillas comodidades de la Academia, concretamente en tiendas de campaña.

Acto central del 142 aniversario de la AGM, Zaragoza

El paso de la Princesa Leonor por la escuela militar está facilitando muchísima información acerca del carácter meticuloso y perfeccionista de la Heredera. Si bien es cierto que durante su etapa de estudiante en el colegio madrileño de Santa María de los Rosales y su posterior paso por el UWC Atlantic College de Gales había quedado constancia sobre lo buena estudiante que es la hija mayor del Rey Felipe VI y la Reina Letizia, su mayoría de edad e ingreso en Zaragoza han dado pie a que se conozcan muchos más detalles.

Su pasión por la cartografía y su destreza esquiando son solo dos de ellos, pero no solo en relación a su vida académica han sido sus descubrimientos, ya que sus salidas junto a sus compañeros de Academia en su tiempo libre han confirmado el gusto de Leonor por las hamburguesas y que las gafas de sol son su principal aliado cuando de tratar de pasar desapercibida se trata en una discoteca.