La Reina Sofía ha sido testigo de una de las tradiciones más importantes de la ciudad de Málaga
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La Reina Sofía preside el desembarco del Cristo de la Buena Muerte en Málaga
La madre de Felipe VI ha vivido por primera vez la Semana Santa malagueña con este acto tan significativo
Por primera vez, Doña Sofía ha sido testigo de una de las tradiciones más importantes de la ciudad de Málaga en Semana Santa: el traslado del Cristo de Mena –el Cristo de la Buena Muerte–, por parte de un grupo de caballeros legionarios el Jueves Santo.
El día amanecía con lluvia e intenso viento, pero aún así la expectación es máxima y muchos asistentes han llegado horas antes de que comenzara el desembarco de la Legión en el Atracadero Dique de Levante (ADL) de la zona portuaria. Pasaban pocos segundos de las diez de la mañana cuando la monarca hacía acto de presencia en el tradicional desembarco de la compañía de honores del Tercio D. Juan de Austria, III de La Legión, que ha llegado al Puerto de Málaga en el buque Contramaestre Casado de la Armada Española, con la lluvia como gran protagonista un día más en esta Semana Santa Andaluza.
La Reina Sofía ha acudido junto a su hermana Irene
Una vez que han desembarcado, han tocado el himno de España y han formado ante las autoridades civiles, militares y religiosas, y el público que se congrega en este espacio, a pesar del mal tiempo. A continuación, lo habitual es que la máxima autoridad militar o civil que preside el acto pase revista a la unidad castrense, algo que, en esta ocasión, ha corrido a cargo de la Reina.
Es la primera vez la que acude a este acto, del que el entonces Príncipe Felipe fue testigo en abril de 1996 en su estreno en la Semana Santa malagueña. A la Reina le acompañaban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, diversas autoridades civiles y militares y representantes de la Congregación de Mena.
A los actos también asiste el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), General de Ejército Amador Enseñat y Berea, entre las autoridades militares, civiles y religiosas. Sin duda, una jornada histórica en Málaga con la Casa Real española por primera vez en unos de sus actos más tradicionales de la Semana Santa y que concluye con el traslado de la imagen por las calles de Málaga.
Los legionarios iniciaban el desfile hasta la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás realizando el siguiente itinerario: muelle Adosado al Dique de Levante, muelle Uno, muelle 2-Palmeral de las Sorpresas, plaza de la Marina, Alameda Principal, Puente de Tetuán, avenida de Andalucía, Nazareno del Paso, plaza de Lola Carrera, Cerezuela, plaza de La Legión Española y plaza Fray Alonso de Santo Tomás.
Ya a las 12:00 horas tendrá lugar el relevo del estandarte del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas orlado por los guiones y banderas de los Tercios de la Legión. Este enser es custodiado durante todo el año en un acuartelamiento distinto de los Tercios de La Legión. Por tanto, en esta ocasión el coronel jefe del Tercio ‘D. Juan de Austria’, III de la Legión, Javier Mackinlay de Castilla, le hará entrega del estandarte al coronel jefe del Tercio ‘Alejandro Farnesio’, IV de la Legión, Francisco José Paul Escolano.
La Reina Sofía, con un elegante con junto de pantalón negro y americana de pata de gallo
Después comenzará el solemne traslado del Cristo de la Buena Muerte a su trono procesional, donde será entronizado para la posterior salida procesional, que se llevará a cabo en su Casa Hermandad a las 19:45.
Doña Sofía renueva así el apoyo de la Familia con una cofradía a la que le unen vínculos desde hace años. La hermandad tiene el título de Real, una distinción que le concedió Zarzuela hace años. Además, tanto ella como el Rey Juan Carlos son mayordomo y camarera honorarios, respectivamente.
No ha sido el único acto en el que se ha podido ver a la Reina Sofía en Málaga. Ayer mismo, la Archicofradía del Paso y la Esperanza compartió unas imágenes de la monarca visitando su salón de tronos. Acompañada por el hermano mayor, Sergio Morales, miembros de la permanente y otros representantes de la hermandad, dejaba constancia de su visita en el libro honorífico y recibía la medalla de la archicofradía.
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