La actriz Diane Keaton, en Palm Springs, California.
Cómo queda el reparto de la herencia de 100 millones de dólares de Diane Keaton
Durante más de cinco décadas, Diane Keaton fue la personificación del carisma, la inteligencia y la autenticidad. Nacida en Los Ángeles en 1946, la actriz, directora y productora estadounidense supo construir una de las trayectorias más singulares de Hollywood. Con su voz cálida, su sentido del humor inimitable y una elegancia excéntrica que desafió las normas, redefinió el papel de la mujer en la gran pantalla. Ganadora de un Óscar por Annie Hall, además de dos Globos de Oro y un Bafta, fue también una de las intérpretes con mayor presencia en la lista de las cien mejores películas del American Film Institute, junto a leyendas como Faye Dunaway y Katharine Hepburn.
Su muerte, el 11 de octubre de 2025, a los 79 años, sorprendió a la industria del cine y a millones de admiradores en todo el mundo. Según informaron, su salud se había deteriorado de forma repentina en los últimos meses. Allegados describieron un cambio físico evidente y un aislamiento poco habitual en alguien conocida por su vitalidad y su carácter afable. La compositora Carole Bayer Sager, amiga íntima de la actriz, relató que «había perdido mucho peso y estaba muy cansada» tras pasar una temporada en Palm Springs, donde se refugió después de que un incendio afectara su vivienda en California.
Diane Keaton, en 2018
Más allá de la pantalla, cultivó otra pasión que marcó su vida: la arquitectura y el diseño. Fascinada por los espacios con historia, dedicó buena parte de su tiempo a comprar, restaurar y vender viviendas en California y Arizona, un oficio que convirtió en arte. En marzo de 2025, puso a la venta su mansión de Sullivan Canyon, una propiedad de estilo industrial entre Brentwood y Pacific Palisades, valorada en 29 millones de dólares. Revestida con 75.000 ladrillos, aquella casa era el reflejo de su espíritu perfeccionista y sirvió de inspiración para su libro The House That Pinterest Built, donde plasmó su amor por los materiales, la luz y la memoria de los lugares.
Esa mezcla de sensibilidad estética y visión empresarial explica la magnitud de su patrimonio. Según estimaciones, su fortuna ronda los 100 millones de dólares, fruto tanto de su carrera cinematográfica como de su actividad inmobiliaria. Sus honorarios crecieron de forma exponencial: cobró 35.000 dólares por El padrino (1972), 250.000 por Annie Hall (1977) y 2 millones por Rojos (1981), donde compartió pantalla con Warren Beatty, quien también fue su pareja. Pero fue su talento para el negocio de la vivienda lo que más incrementó su riqueza. En 2004 compró una casa en Laguna Beach por 7,5 millones y la vendió dos años después por 12,75 millones; en 2012 adquirió una propiedad en Pacific Palisades por 5,6 millones y la revendió con una ganancia de más de un millón; y en 2018 repitió jugada en Tucson, donde duplicó la inversión inicial.
En el terreno personal, Diane Keaton fue una mujer libre. Mantuvo relaciones con algunos de los grandes nombres de Hollywood -Woody Allen, Al Pacino, Warren Beatty o Jack Nicholson-, pero nunca se casó ni tuvo hijos biológicos. A los cincuenta años decidió formar su propia familia y adoptó a dos niños: una hija, hoy de 29 años, y un hijo, de 25. Según los medios estadounidenses, ellos son los únicos herederos legales de su patrimonio, estimado en 100 millones de dólares. No existen registros públicos que indiquen otros beneficiarios, aunque no se descarta la existencia de fideicomisos privados o legados artísticos, algo habitual entre artistas de su dimensión. Todo apunta a que la herencia se dividirá a partes iguales entre ambos descendientes, bajo la gestión de los asesores legales de la familia.