
Un tanque alemán Tigre
Picotazos de historia
El origen de la leyenda del tanque alemán Tigre
El tanque aun habiendo recibido 227 impactos pudo recorrer 60 kilómetros hasta una zona de reparación pasando a la historia como uno de los más emblemáticos y temidos de la II Guerra Mundial
El panzerkampfwagen (vehículo de combate blindado) VI, llamado Tigre, entró en acción por primera vez en septiembre de 1942, en el frente oriental. Pronto destacó por sus características técnicas: su motor maybach de doce cilindros, su cañón de 88 milímetros (el mejor de la guerra por su alcance, efectividad, precisión y velocidad de disparo), sus blindajes (102 mm en el chasis frontal, 82 mm en los laterales y parte trasera y otros 82 mm en los laterales de la cúpula), pero también por sus fallos técnicos producto de la precipitación de su entrada en servicio y por el enorme coste de producción (se podían fabricar tres panzer Mark IV por lo que costaba cada Tigre).
El 10 de febrero de 1943, el teniente Zabel al mando del Tigre con el número de registro táctico 231 encuadrado en el Kampfgruppe (Grupo de Combate) Sander, se encontraba a las afueras de una granja colectiva de Ssemernikovo, en Rostov, cuando se encontró frente a poderosas fuerzas soviéticas. Al estar el pelotón de Tigres en vanguardia pronto concentraron sobre ellos el fuego enemigo.
El informe que, tras el combate, escribió el teniente Zabel, hablaba de un destrozo considerable que sufrió el tanque: destrucción de sus dos ametralladas, de los tubos lanzadores de humo, tornillos de soporte del cañón, sistema eléctrico del cierre del mismo, protecciones del tubo de escape (lo que produjo varios incendios), averías en la radio, caja de cambios, pedal del gas, rueda tensora arrancada, varias ruedas destruidas, etc.
Terminados los combates el tanque aun pudo recorrer 60 kilómetros hasta una zona de reparación. Allí se pudo comprobar que el vehículo había recibido: 227 impactos de fusiles anticarro, 14 de proyectiles de 52 mm y 45 mm y 11 de 76,2 mm. ¡Estaba hecho un colador! Pero tras las debidas reparaciones volvió a estar operativo.
Los altos costos y la complejidad técnica hicieron que solo se pudieran producir unos pocos miles de unidades que no afectaron el resultado final de la contienda, pero el Tigre dejaría fama como uno de los tanques más emblemáticos y temidos de la Segunda Guerra Mundial.