Fundado en 1910

04 de mayo de 2024

El Abraham Crijssen al servicio de Australia

El Abraham Crijssen al servicio de AustraliaNavy Historic Archive

Picotazos de historia

La disparatada ocurrencia que salvó a un buque de guerra holandés de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial

El lento dragaminas era el último barco que quedaba de la armada combinada y su misión era sobrevivir, tratando de alcanzar los puertos australianos para poder continuar el combate

El 27 de febrero de 1942 tuvo lugar en el Mar de Java (mar situado entre las islas de Borneo, Sumatra, Java y el archipiélago de las Célebes, en el océano Índico) la mayor batalla naval desde la batalla de Jutlandia en 1916.
En esta el contraalmirante neerlandés Kavel Doorman, quien moriría durante el combate, que estaba al mando de una fuerza formada por cinco cruceros (pesados y ligeros) y nueve destructores de diferentes nacionalidades, fue contundentemente derrotado por la fuerza naval bajo el mando del contraalmirante Takeo Takagi que daba escolta al convoy que transportaba las tropas niponas para la invasión.
En la noche del día 28 de febrero se produjo la batalla del estrecho de la Sonda (estrecho que separa las islas de Sumatra y Java) que supuso la aniquilación de los barcos aliados supervivientes de la batalla anterior. Japón había conseguido barrer de esa zona del océano Índico a las Fuerzas Armadas de Holanda, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.
El Abraham Crijnssen era un dragaminas de la clase Jan van Amstel con un desplazamiento de 525 toneladas y una velocidad máxima de quince nudos. Se encontraba atracado en el puerto de Surabaya, en la isla de Java, cuando recibió orden de poner rumbo hacia Australia. El lento dragaminas era el último barco que quedaba de la armada combinada y su misión era sobrevivir, tratando de alcanzar los puertos australianos para poder continuar el combate. Esta orden era mucho más fácil de dar que de ser cumplida.
El Imperio japonés controlaba absolutamente tanto los mares como el espacio aéreo. Los barcos y aeronaves niponas no contaban con oposición alguna y la navegación de unas 580 millas náuticas, que en otras circunstancias no hubieran supuesto problema alguno, se mostraba como una empresa harto difícil y azarosa para el pequeño dragaminas.
El Abraham Crijssen disfrazado de isla

El Abraham Crijssen disfrazado de isla

Nadie sabe exactamente quien tuvo la disparatada idea pues en ese tipo de situaciones las ideas más enloquecidas fluyen con rapidez y, a veces, son las afortunadas. La ocurrencia se fijó en la mente del comandante de la nave, quien la discutió con la tripulación y fue aprobada por unanimidad por los 45 miembros de la tripulación. Hasta alcanzar aguas seguras estarían a merced de las flotas aéreas y navales japonesas por ello tenían que navegar sin ser detectados. Debían pasar desapercibidos y para ello que mejor que disfrazarse como si fueran una isla.
La tripulación trabajó frenéticamente y no paró hasta transformar el buque en una jungla flotante. Incluso pintaron de gris las partes del casco que no pudieron ser tapadas con follaje haciéndolas parecer rocas. El camuflaje había sido ampliamente utilizado por las fuerzas navales desde antes de la Primera Guerra Mundial pero jamás se había tratado de trasformar un navío de guerra en un accidente geográfico.
El plan no era tan loco como a primera vista pueda parecer. La zona que tenían que atravesar estaba sembrada de islas e islotes, muchas de ellas meras rocas con alguna vegetación. Se calcula en más de 18.000 las islas que se puede encontrar en esa zona en concreto. El Abraham Crijnssen solo navegaría durante la noche, aprovechando las horas de oscuridad que le daban más protección, durante las horas de luz permanecería fondeado junto a alguna isla. Inmóvil.
Mimetizado con la selva que le daba abrigo y tratando de confundir a los vigilantes ojos de los observadores y vigías nipones. De esta manera, poco a poco y navegando solo durante la noche, el valeroso dragaminas consiguió ser el único navío holandés de su clase en alcanzar Australia y el último de todos los barcos aliados en alcanzar los puertos del subcontinente australiano.
El Abraham Crijnssen cubierto de ramas

El Abraham Crijnssen cubierto de ramasAustralian War Memorial / Wikimedia Commons

El Abraham Crijnssen continuó la guerra como dragaminas de escolta encuadrado en la Real Armada Australiana, siendo devuelto a la Real Armada Neerlandesa al finalizar el conflicto. En 1960 el barco fue jubilado y dado de baja pero su peculiar y extraordinaria hazaña le valió un hueco en el corazón de los holandeses. Por este motivo se decidió el conservarlo. Hoy lo pueden visitar en el museo de la Armada en el puerto de Den Helder.
Comentarios
tracking