Así era la Domus Aurea, el suntuoso palacio de Nerón que sus sucesores enterraron como condena

Su nombre ha sido asociado con palabras como tiranía y opulencia. Nerón ha sido uno de los emperadores más criticados de la historia: es recordado por su gobierno de terror, marcado por su crueldad y sus excesos.

Los catorce años que duró el gobierno de Nerón (54-68 d. C.), al que accedió con tan solo 16 años y bajo la tutela atenta de Séneca y Burro, fueron un período de continuas sospechas, conspiraciones y una fuerte represión, que terminaría con el suicidio del emperador tras haber sido declarado enemigo del Estado por el Senado de Roma.

Para muchos historiadores, el hecho que definió la vida y el gobierno de este emperador fue el incendio de Roma, que duró seis días, arrasó con diez de los catorce distritos de la ciudad y dejó a miles sin hogar y cientos de muertos. El Gran Incendio de Roma se produjo la noche del 18 de julio del año 64 d. C. Empezó en una calle próxima al Circo Máximo y se expandió rápidamente.

Por sus calles se extendía, junto a las llamas, el rumor de que el fuego había sido provocado por el emperador, cuya intención era destruir parte de la antigua Roma para obtener terrenos con los que ampliar su espectacular palacio: la Domus Aurea (la Casa de Oro). Suetonio escribió: «Nerón vio la conflagración desde la Torre de Mecenas, embelesado por lo que llamó 'la belleza de las llamas'; luego se puso su traje de trágico y cantó...».

Por su parte, Tácito aborda la autoría del incendio de una forma más neutra al escribir: «Siguió un desastre, si accidental o traicioneramente ideado por el emperador, es incierto, ya que los autores han dado ambos relatos; peores, sin embargo, y más espantosos que cualquiera que haya sucedido en esta ciudad por la violencia del fuego».

Aunque desde hace unos años varios historiadores han intentado justificar su conducta e incluso redimirle en cierta manera. Así, algunos investigadores modernos afirman que Nerón se encontraba a las afueras de Roma y en cuanto se enteró del fuego, regresó inmediatamente.

Instigador o no de este desastre, lo cierto es que Nerón aprovechó la oportunidad para construir una nueva Roma más moderna y erigir su tan ansiada Domus Aurea. Nerón ya había iniciado la construcción de la Domus Transitoria, su palacio inicial que conectaba varias propiedades que poseía en los alrededores antes del incendio, el cual le brindó la oportunidad de ampliar este proyecto a una escala sin precedentes.

El emperador encargó esta magna obra al arquitecto Severo y al ingeniero Céler, quienes, cuatro años más tarde levantaron una majestuosa villa cuyas dependencias decoró el famoso pintor Famulus. Tácito indica en sus Anales que Nerón supervisó el trabajo de Severo y Céler para asegurarse de que todos los detalles eran correctos. Cuando el proyecto hubo terminado y el emperador vio satisfecho su deseo, declaró: «Ahora puedo empezar a vivir como un ser humano», según recoge Suetonio en Vida de los doce césares.

La Domus abarcaba alrededor de 80 hectáreas de jardines ornamentales, pabellones, bosques artificiales y un enorme lago. Los invitados eran recibidos por una colosal estatua de unos 35 metros de altura, realizada en bronce y que representaba al emperador como el dios Sol. Suetonio describe de esta manera la magnitud y la opulencia de la villa-palacio:

«Hizo un palacio que se extendía desde el Palatino hasta el Esquilino. […] Su tamaño y esplendor quedarán suficientemente ilustrados por los siguientes detalles. Su vestíbulo era lo suficientemente grande como para contener una estatua colosal del emperador de ciento veinte pies de altura; y era tan extensa que tenía una columnata triple de una milla de largo. Había también un estanque, como un mar, rodeado de edificios que representaban ciudades, además de extensiones de campo, variadas por campos labrados, viñedos, pastos y bosques, con gran número de animales salvajes y domésticos. En el resto de la casa todas las partes estaban revestidas de oro y adornadas con gemas y nácar. Había comedores con techos calados de marfil, cuyos paneles podían girar y dejar caer flores y estaban equipados con tubos para rociar a los invitados con perfumes. La sala principal de banquetes era circular y giraba constantemente día y noche, como los cielos. Tenía baños abastecidos con agua de mar y agua sulfurosa.

También comenzó una piscina, que se extendía desde Miseno hasta el lago del Averno, techada y rodeada de columnatas, en la que planeaba convertir todas las aguas termales de todas las partes de Baiae; un canal desde el Averno hasta Ostia, para permitir que el viaje se hiciera en barco, pero no por mar; su longitud debía ser de ciento sesenta millas y su anchura suficiente para permitir que los barcos con cinco bancos de remos se pasaran unos a otros. Para la ejecución de estos proyectos había dado órdenes de que los prisioneros de todo el imperio fuesen transportados a Italia, y que aquellos que fuesen condenados incluso por delitos capitales no fuesen castigados de otro modo que con la condena a esta obra. Además de su confianza en los recursos del imperio, le llevó a tal extravagancia loca la esperanza de un vasto tesoro escondido, inspirada repentinamente por la seguridad de un caballero romano, que declaró positivamente que la enorme riqueza que la reina Dido se había llevado con ella en su huida de Tiro estaba escondida en enormes cuevas en África y podía ser recuperada con un trabajo insignificante».

En 2017 se realizó la primera reconstrucción 3D que permitió viajar en el tiempo y recorrer la impresionante villa imperial gracias a un proyecto de vanguardia tecnológica aplicada a la arqueología gracias a Francesco Prosperetti, superintendente de Bienes Arqueológicos de Roma.

«Me he dado cuenta, al conocer y visitar la Domus Aurea, de que percibir la esencia de este lugar no era posible visitando solamente los restos porque ahora este lugar es muy diferente a como era cuando fue construido. Estas condiciones solo se podían alcanzar hoy en día a través de un mecanismo virtual que la tecnología actual permite», expresó Prosperetti durante la presentación del proyecto.

En 2022, el estudio Altair4 Multimedia elaboró una recreación virtual en 3D del interior y exterior de la Domus Aurea, disponible en su canal de YouTube bajo el título Domus and Ancient Housing, entre los minutos 9:41 y 18:37. Este proyecto audiovisual contribuye a revivir la memoria de uno de los complejos más fastuosos del mundo romano, olvidado durante siglos tras su progresiva desaparición.

Tras la muerte de Nerón en el 68 d.C., el Senado romano decretó la damnatio memoriae para borrar su nombre y su legado de los registros oficiales. Aunque los restos de su palacio fueron redescubiertos en el siglo XV, solo en tiempos recientes la arqueología y la tecnología han permitido reconstruir con fidelidad la magnitud de su ambición arquitectónica.

Así, los sucesores de Nerón consideraron que la Domus Aurea era un símbolo de los excesos imperiales y por ello, quisieron distanciarse del impopular emperador y el edificio quedó abandonado y la mayor parte de su precioso mármol fue arrancado y reutilizado en otros lugares.

«La mayor parte de la estructura ha desaparecido bajo las fundaciones de edificios construidos posteriormente, tales como las termas de Trajano, o ha quedado sepultado. De igual modo, se hicieron construcciones sobre los jardines y se drenó el enorme lago y encima de este se construyó el Coliseo», según detalla el portal World History Encyclopedia.

Más tarde, en la época medieval, «el lugar se llenó de maleza y fue utilizado para plantar vegetales y viñas, un contraste tranquilo con lo que en un momento fue el lugar de fiestas más estrepitoso y depravado del Imperio romano», concluye el portal de divulgación.